La Policía antidisturbios se contuvo de desalojar a los manifestantes anti-Wall Street que desafiaron la fecha límite para abandonar su campamento de ocho meses afuera del ayuntamiento de la ciudad de Los Angeles, aunque sí despejó las calles. Unos 2,000 manifestantes permanecían en el lugar de protesta después de una tensa mañana de enfrentamientos cara a cara con la Policía.
Cuatro manifestantes fueron arrestados bajo sospecha de estar presentes en una asamblea prohibida durante la breve confrontación.
La Policía despejó la intersección donde se habían reunido los activistas para agilizar el tráfico de la mañana y hacer que se retiraran de las cercanías del parque del ayuntamiento.
El alcalde de Los Angeles, Antonio Villaraigosa, había dado a los manifestantes hasta las 12:01 horas (05:01 GMT) para desmantelar sus tiendas de campaña y despejar el parque o enfrentarían un desalojo forzado.
Pero cerca de dos horas después de vencido el plazo, oficiales de Policía dijeron que permitirían a los ocupantes del campamento de Occupy Los Angeles permanecer al menos hasta el amanecer.
El comandante Andrew Smith consideró como "altamente improbable" que el campamento fuera forzado a cerrar el lunes.
Decenas de personas obedecieron la orden de evacuación, pero muchas tiendas de campaña y otras estructuras permanecieron en su lugar.
Fuentes policiacas dijeron que las autoridades esperaban que el resto de los manifestantes se reubicaran voluntariamente y no esperaban grandes acciones hasta el martes.
El campamento de Los Angeles es uno de los más grandes en la costa oeste de Estados Unidos y está alineado con el
que protesta por la inequidad económica, el alto desempleo y los excesos del sistema financiero estadounidense.El campamento de Los Angeles, que está montado desde el 1 de octubre en los alrededores del Ayuntamiento, creció a unas 400 tiendas de campaña y de 700 a 800 personas, dijeron funcionarios municipales y organizadores.