Juergen Stark, uno de los miembros de la junta directiva del Banco Central Europeo (BCE), analizó públicamente las razones de
. Dijo que no le gusta el rumbo que ha emprendido el conjunto de la eurozona, que ahora se debate para tratar de no recaer en la recesión."Existe un amplio tema que explica todo esto: que no estoy satisfecho con la forma en que ha evolucionado la unión de esta divisa", manifestó.
En una entrevista que aparecerá en las ediciones del lunes de la revista alemana Wirtschaftswoche, Stark indicó que aunque el BCE logró mantener a raya la inflación en la eurozona mediante los ajustes de las tasas de interés, algunos gobiernos toleraron alzas desmedidas de los salarios y expansiones insostenibles de la industria de la construcción residencial, que precedieron a la crisis.
Stark abandonará su cargo a fines de año, dos años y medio antes de que concluya su mandato de ocho años en el consejo de administración de la entidad, integrado por seis miembros.
El consejo maneja las operaciones diarias del banco en su sede de Fráncfort, mientras que las decisiones sobre los tipos de interés son adoptadas por un consejo de 23 miembros, al que también pertenece el banquero.
Stark declaró que el BCE ha hecho su parte para mantener a raya la inflación aunque no puede enmendar los errores cometidos individualmente por los gobiernos, que acumularon un exceso de deuda soberana o sus economías dejaron de ser competitivas al encarecer sus costos laborales.
"No sobrecarguen al banco central", advirtió.
Agregó que los gobiernos deberían haber evitado los problemas financieros al moderar los costos laborales.
Manifestó que los gobiernos no impidieron los estallidos de la burbuja del ladrillo y que contribuyeron en gran manera a la crisis de la eurozona.
No mencionó por nombre a los países, aunque los costos laborales se dispararon
y tanto , que estalló finalmente y se mantiene hoy paralizada.Con anterioridad, el BCE informó que Stark se iría a finales de año por razones personales.
Analistas dijeron que Stark renunció debido a que, al parecer, se oponía al
, pero el directivo no mencionó en la entrevista el tema.