Hungría desafía a la Unión Europea
Hungría aprobó este viernes una nueva ley para su Banco Central, en un abierto desafío a las advertencias de la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional respecto a que está infringiendo la independencia de la autoridad monetaria. Con la medida, el Gobierno pone además en riesgo las conversaciones para un acuerdo de financiamiento que economistas calificaron de urgente para apuntalar a sus mercados financieros.
La legislación es parte de una campaña del gobernante partido Fidesz del primer ministro Viktor Orban para fortalecer su influencia sobre la prensa y las instituciones públicas del país, lo que ha desatado protestas de empresas, inversores y de la UE.
La secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, sumó su voz a las críticas en una carta a Orban enviada antes de Navidad y citada por la prensa húngara este viernes.
No obstante, la creciente batalla respecto al Banco Central es de preocupación inmediata para los inversionistas, ya que podría impedir que sigan adelante las conversaciones con los financistas internacionales en enero.
El viernes, el Banco Central describió la disputa como una amenaza a la estabilidad económica del país.
"Estos nuevos proyectos de ley generan la posibilidad de influir sobre la toma de decisiones del banco central basado en los intereses del Gobierno y el partido, lo que (...) va en contra (...) del tratado básico de la Unión Europea", declaró el viernes el banco central.
La legislación fue un obstáculo clave este mes en un diálogo informal del Gobierno con los organismos multilaterales, que el FMI y la UE suspendieron. Orban se negó a una petición de la UE de retirar el proyecto de ley, diciendo que no recibiría órdenes de Bruselas.
La nueva ley fue aprobada en el Parlamento de 386 escaños con 293 votos, con el apoyo de los partidos gobernantes Fidesz y KDNP y el opositor de extrema derecha Jobbik. La oposición de los socialistas y el partido verde LMP se abstuvo de la votación.
Orban, cuyo partido de centro derecha asumió el poder en abril del 2010, ha utilizado su mayoría de dos tercios en el Parlamento para reducir los derechos del máximo tribunal del país, endurecer el poder del Gobierno sobre la prensa y reformar el sistema electoral.
En su misiva a Orban, Clinton expresó su preocupación por las libertades democráticas en Hungría, subrayando los cambios al sistema judicial y la ley de prensa.
"Una vez más, lo llamo a llevar a Hungría a hacer cambios que cumplan con las importantes reformas adelantadas por estas leyes, a la vez de preservar las libertades individuales y los necesarios balances y controles", publicó el periódico Nepszabadsag, citando una copia de la carta.
El diario dijo que Clinton le escribió a Orban el 23 de diciembre.
El primer ministro dijo en una radio estatal este viernes que Hungría había reformado su proyecto de Banco Central para alinearse con las expectativas del Banco Central Europeo en todas las áreas salvo en dos puntos, pero que iría a la corte para defender aquellos principios en caso de ser necesario.
El BCE pidió al Gobierno reconsiderar el alza en las atribuciones del Consejo de Política Monetaria, que fija las tasas de interés, y el número de vicegobernadores a tres desde dos, lo que dijo que podría permitir una excesiva influencia del Gobierno sobre la política del Banco Central.
Hungría mantuvo estos puntos en la nueva ley.
El Banco Central dijo el viernes antes de la votación que el nuevo proyecto y otra normativa que abriría el camino a la fusión del banco con el regulador financiero, lo que permitiría que el Gobierno influya en la toma de decisiones del banco por interés en sus objetivos políticos de corto plazo.
El gobernador del Banco Central, Andras Simor, ha dicho que cualquier miembro adicional al Consejo de Política Monetaria estaba de más y que el nuevo vicegobernador sería un "comisario político".
El BCE "tenía 15 propuestas, y la comisión parlamentaria competente adoptó 13 de buena fe", dijo Orban a la radio mr1. "En dos puntos la diferencia se opinión se mantiene, y si es necesario, los defenderemos en un proceso legal", agregó.
"Es una moda europea que el banco central debe estar en un estado sagrado de independencia", reclamó.
Si la Comisión Europea cree que la legislación infringe los tratados de la UE, puede tomar acciones legales que podrían llevar el caso a la Corte Europea de Justicia.
Orban ha dicho que Hungría está en desacuerdo sobre 14 temas hasta ahora, pero que habían más de 700 disputas en el bloque en general.
Un portavoz de la Comisión Europea dijo este viernes que el presidente del organismo, José Manuel Barroso, envió una nueva carta al primer ministro húngaro, en respuesta a la misiva que le envió Orban antes de Navidad.
"Es una carta constructiva. La comisión quiere evitar que la situación escale. Todavía estamos analizando el material que el Gobierno húngaro nos ha enviado y ahí veremos", dijo el portavoz sin entrar en detalles.