OMC descarta guerra por metales chinos

El organismo asegura que no habrá disputa de China, EU, Japón y la Unión Europea por tierras raras; el país asiático fue demando ante la OMC porque limita la exportación de esas materias primas.
mina trabajador (Foto: Thinkstock)

Pascal Lamy, el director general de la Organización Mundial del Comercio (OMC), descartó este jueves una guerra comercial entre

Japón y Europa por la cuestión de las tierras raras, cuya exportación limita el gigante asiático por motivos medioambientales.

"Desde que se creó el órgano para solventar los conflictos ningún litigio desembocó en guerra comercial", dijo Lamy durante una conferencia de prensa celebrada este viernes en Tokio. "No hay ninguna razón para pensar que en esta ocasión será distinto", agregó.

Estados Unidos, Japón y la Unión Europea presentaron una denuncia conjunta contra China por limitar la exportación de tierras raras, una serie de 17 metales fundamentales para la producción de teléfonos, misiles, turbinas eólicas, baterías para autos o componentes de última generación.

China produce 97% de estos metales, y

, además de que fijó las ventas exteriores para 2011 y 2012 en 30,000 toneladas, aunque el año pasado no alcanzó ni la mitad de esa cifra.

Washington, Tokio y Bruselas sospechan que detrás de las reclamaciones medioambientales de Beijing se esconde la estrategia de limitar la exportación de estos minerales, aumentar su precio y forzar a las empresas tecnológicas a trasladar su producción a China.

El país asiático defiende sus argumentos ecologistas, ya que la extracción de esos recursos supone un gran impacto medioambiental, y aduce que aunque es el primer productor, apenas tiene una tercera parte de las reservas mundiales de estos materiales.

en una denuncia ante la OMC coordinada por México, Estados Unidos y la Unión Europea (UE).

China alegó entonces que la limitación de las exportaciones de materias primas se debía también a las medidas adoptadas para proteger el medio ambiente, pero la OMC desestimó el argumento e instó al gigante asiático -miembro del organismo desde 2001- a derogar las restricciones en un plazo inferior a 15 meses.

Según Estados Unidos, México y la UE, el objetivo real de las restricciones era mejorar la competitividad de las fábricas chinas para obtener mayor cuota de mercado mundial, y reducir el suministro de materias para forzar un aumento de los precios.