Miguel Ángel Fernández Ordóñez, el gobernador del Banco de España, advirtió este martes sobre los riesgos de que el Gobierno de Mariano Rajoy incumpla con su paquete económico de este año, tanto por
El funcionario habló sobre el programa presupuestario del Gobierno de Rajoy y recomendó que no se descarten nuevos instrumentos tributarios para evitar incumplimientos, como sería un aumento del IVA, dijo al comparecer ante la Comisión de Presupuestos del Congreso de los Diputados.
Admitió que el objetivo de reducir el déficit público del 8.5% del PIB de 2011 al 5.3% en 2012 "exige un esfuerzo estructural primario sin precedentes, que debe compensar el incremento esperado de la carga de intereses y el efecto previsto de la recaída de la actividad económica".
"Poner en duda la consecución de los objetivos fiscales en los términos establecidos tendría consecuencias muy negativas sobre
"Un cumplimiento estricto de los compromisos marcados podría generar un círculo virtuoso de mejora de la confianza y de las expectativas, que facilitará la recuperación", detalló el funcionario.
Recordó que los Presupuestos del Estado de 2012 contemplan medidas de ingresos, pero al tomarse la experiencia del año pasado, cuando el déficit aumentó más de lo previsto, conviene que las proyecciones sean prudentes.
Fernández Ordóñez dijo que "la evolución proyectada para el conjunto de los ingresos en los presupuestos está sujeta a riesgos a la baja", porque dependerá del efecto que tengan los cambios normativos aprobados.
Además, porque las perspectivas de mejora económica descansan este año en el sector exterior (en el buen comportamiento de las exportaciones), "lo que genera incrementos muy moderados de los ingresos impositivos en el corto y medio plazo".
, "por la dificultad que habitualmente comporta doblegar la elevada inercia en ciertas partidas", que crecen más de lo previsto, como en compras de bienes y servicios.
"Tampoco puede descartarse una evolución más negativa de aquellas partidas, como las prestaciones por desempleo o las pensiones, cuya magnitud depende de factores externos, como son la tasa de desempleo, la demografía o la inflación", refirió.
"Resulta imprescindible evitar la materialización de estos riesgos mediante una ejecución atenta y rigurosa de los presupuestos, que permita
y, si fuera preciso, reaccionar para corregirlas", dijo.Abundó que en caso de desviaciones de los objetivos, habría que realizar ajustes adicionales en el gasto corriente, pues los márgenes de actuación sobre los gastos de capital se han reducido enormemente, así como introducir nuevas medidas tributarias, de imposición indirecta.
"De cara al futuro, no se puede descartar que
tengan que ser sustituidos en su momento por medidas de carácter permanente", agregó.