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Los errores informáticos más costosos

Knight Capital, la NASA, General Electric y el Y2K protagonizaron varios de las pifias millonarias; los mercados se han vuelto más vulnerables con el aumento del trading computarizado.
vie 10 agosto 2012 04:18 PM

Cuando se trata de virus letales, el fallo informático que pulverizó 440 millones de dólares (mdd) de los fondos de Knight Capital Group el miércoles de la semana pasada está a la par de la mosca tse-tsé.

En menos de una hora, los ordenadores de Knight Capital ejecutaron una serie de órdenes automáticas que se suponía iban a distribuirse en un período de días. Millones de acciones cambiaron de manos. La pérdida resultante, que casi cuadruplicó las ganancias de la compañía en 2011, paralizó a la firma de corretaje y la llevó al borde de la quiebra. Knight sólo sobrevivió después de que un grupo de inversionistas le lanzaran un salvavidas de 400 mdd.

Revertir las erróneas transacciones le costó casi 500 mdd. Lo que plantea la pregunta: ¿en qué puesto se ubica este error en la lista de los fallos informáticos más costosos de la historia?

Ha habido varios colapsos realmente épicos. Por ejemplo, con toda la emoción del aterrizaje en Marte acaecido el lunes, la gente ha olvidado los fracasos de anteriores misiones a Marte.

En 1999, la sonda espacial Mars Climate Orbiter de la NASA se salió de su objetivo al tratar de orbitar alrededor del planeta rojo. Se calcinó en la atmósfera. La razón: un equipo de ingenieros que trabajó en la nave espacial usó el sistema métrico, mientras que otro equipo utilizó el sistema anglosajón de unidades imperiales.

Más tarde ese año, la sonda Mars Polar Lander se estrelló debido a una avería que ocasionó que sus principales motores no funcionaran debidamente antes de alcanzar la superficie del planeta. El costo total de estos dos fracasos: 357 mdd.

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Otras agencias espaciales han tenido sus propias operaciones fallidas. El vuelo inaugural realizado en 1996 por el cohete Ariane 5 de la Agencia Espacial Europea terminó en una espectacular explosión en la Guayana Francesa. El software de guiado inercial del cohete no pudo convertir un número representado en 64 bits a un formato de 16 bits. Las estimaciones sobre el costo del cohete perdido y la carga ascienden a 500 mdd.  

Luego está el apagón de 2003 en Norteamérica, que privó de electricidad a un estimado de 50 millones de personas. El apagón se debió a un error en el software de monitoreo basado en Unix de General Electric , que impidió que los operadores se dieran cuenta de un corte local de energía. El efecto dominó de la falla afectó a ocho estados de Estados Unidos y a Ontario, en Canadá.

"Las computadoras hacen lo que les dicen", señala Lawrence Pingree, analista de Gartner. "Si les dicen que hagan la cosa equivocada, lo harán y lo harán realmente bien".

El costo de algunos fiascos en materia de Tecnología de la Información (TI) ha alcanzado los miles de millones de dólares. El año pasado se supo que el sistema informático en nube del ejército estadounidense, empleado por los comandantes de tropas para intercambiar inteligencia en Irak y Afganistán, por valor de 2,700 mdd, era inservible.

El problema informático más costoso de todos los tiempos tal vez sea el error Y2K. La firma de investigación IDC estima que las empresas estadounidenses, las agencias gubernamentales y los individuos gastaron alrededor de 200,000 mdd para corregir el problema.

Los costos de estos enormes y sistémicos problemas son difíciles de precisar. Un estudio muy citado sobre el apagón de 2003 calcula su costo total en aproximadamente 6,000 mdd. La mayor parte de esa cifra, sin embargo, proviene de los "ingresos perdidos", una variable muy difícil de medir.

Cuando los errores informáticos afectan a los mercados financieros, algo que está sucediendo cada vez con más frecuencia, las pérdidas pueden ser contabilizadas con precisión.

La firma de inversión AXA Rosenberg desembolsó 217 mdd el año pasado para cubrir las pérdidas de los inversionistas derivadas de lo que llamó un "error significativo" en el código informático para uno de sus modelos de inversión. Además pagó una sanción adicional de 25 mdd a los reguladores luego de que se descubriera que había intentado ocultar el error.

La bolsa Nasdaq aún está lidiando con las consecuencias de la accidentada Oferta Pública Inicial (OPI) de Facebook, plagada de errores. El operador cambiario destinó 62 mdd para reembolsar a los inversionistas afectados y dice que espera incurrir en costos mayores para actualizar el sistema y hacer frente a batallas legales.

Los inversionistas arguyen que sus pérdidas reales son mucho más altas que lo que Nasdaq tiene previsto cubrir; Knight Capital, por ejemplo, dice que perdió 35 mdd en la operación.

Algunos problemas técnicos han derrumbado a mercados enteros. El comercio de derivados en la Bolsa de Valores de Tokio se detuvo por 95 minutos en la mañana del martes después de descubrir que un error informático estaba afectando a un servidor crucial. El día anterior, el parqué español Bolsas y Mercados Españoles interrumpió su actividad por cinco horas debido a un problema técnico.

En la última década, los mercados bursátiles se han vuelto cada vez más vulnerables a los errores informáticos gracias a la creciente confianza que las firmas financieras dan al trading computarizado de alta frecuencia . Debido a que el trading está automatizado, no hay nadie que aplique los frenos si las cosas van mal.

"La creciente complejidad es un gran contribuyente. No puedes tener una gestión adecuada de los riesgos hasta que tengas visibilidad", comenta Pingree, ex operador de divisas.

Pingree no es optimista respecto a que las cosas mejoren a menos que los reguladores gubernamentales intervengan para ralentizar gran parte de la actividad de negociación. Las firmas financieras y las bolsas prueban nuevo software, pero en el trading, "el universo de riesgo puede cambiar tan drásticamente en cuestión de minutos que no es humanamente posible planificar cualquier eventualidad", advierte.

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