El presidente de la Reserva Federal (Fed), Ben Bernanke, rechazó que
en Estados Unidos puedan tener consecuencias no deseadas en los países emergentes. Refutó las críticas de que las acciones de la Fed para bajar aún más las tasas de interés en Estados Unidos puedan derivar en un aumento de la inflación en los mercados emergentes o disparar una afluencia desestabilizadora de inversiones hacia esas naciones.De hecho, dijo, las acciones de la entidad y de los bancos centrales de otras naciones industriales deben beneficiar a la economía global porque estimularán el crecimiento y fortalecerán los mercados para las exportaciones de los países en desarrollo.
Bernanke pronunció su discurso durante una conferencia en Tokio patrocinada por el Banco de Japón y el Fondo Monetario Internacional.
En su reunión de septiembre, la
La Fed también amplió el periodo en el que se mantendrán bajas las tasas de interés al menos hasta mediados de 2015.
Señaló las tasas permanecerán en esos niveles incluso después de que la economía estadounidense comience a crecer a un ritmo más fuerte.
La Fed agregó que mantendrá esta medida hasta que vea un crecimiento considerable en el mercado laboral de Estados Unidos.
En su discurso, Bernanke señaló que las medidas de la Fed "no sólo contribuyen al fortalecimiento de la recuperación económica de Estados Unidos, sino que al impulsar el gasto y el crecimiento en el país, también ayudan a apuntalar la economía global".
Funcionarios de diversos países han censurado las políticas de la Fed y arguyen que tasas extraordinariamente bajas en Estados Unidos terminarán dando ventajas comerciales a ese país porque harán bajar el valor del dólar. Un dólar más bajo hace menos caros los artículos estadounidenses en otras naciones.
Para Bernanke, "lo que se perciben como las ventajas de una moneda subvaluada y el problema de una afluencia no deseada de capitales debe entenderse en paquete, no de manera separada".