España inicia traspasos al “banco malo”

Bankia, Catalunya Banc, Novagalicia Banco y Banco Valencia harán las primeras transferencias; el monto de la primera etapa asciende a 45,000 millones de euros.
espanabandera (Foto: AP)

Las entidades Bankia, Catalunya Banc, Novagalicia Banco y Banco Valencia harán las primeras transferencias de activos tóxicos (procedentes del sector inmobiliario) al llamado "banco malo", informó el Banco de España.  El presidente del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) Fernando Restoy, y el director del organismo (dependiente del Banco de España) Antonio Carrascosa, precisaron que esa primera transferencia asciende a 45,000 millones de euros (58,000 millones de dólares). 

Los funcionarios precisaron que se trata de la primera fase de la Sociedad de Gestión de Activos procedentes de Reestructuración Bancaria (Sareb), conocida como "banco malo" , que estará funcionando los próximos 15 años para tratar esos activos. 

Lo que se transfiere son activos adjudicados cuyo valor neto contable sea superior a 100,000 euros (128,000 dólares); préstamos o créditos a promotores inmobiliarios cuyo valor neto contable sea superior a 250,000 euros (más de 320,000 dólares). 

Asimismo participaciones empresariales de control vinculadas al sector promotor inmobiliario, y lo que transfiera este grupo de bancos aumentará en 2013, pero sin superar la barrera de los 90,000 millones de euros (115,000 millones de dólares). 

Sobre el funcionamiento de la entidad, Restoy precisó que se constituirá como una sociedad rentable que no formará parte del sector de Administraciones Públicas, tendrá una participación mínima del FROB y mayoritaria de inversionistas privados. 

El objetivo global de la Sareb será la gestión y desinversión ordenada de la cartera de activos recibidos, maximizando su recuperación, en un horizonte temporal de 15 años, plazo máximo de vida que se establece para esta sociedad. 

En el desarrollo de su actuación deberá contribuir al saneamiento del sistema financiero, así como a minimizar el uso de recursos públicos y las posibles distorsiones en los mercados que pudiera provocar.