Narco, una tarea entre dos: Costa Rica

La presidenta Laura Chinchilla sugiere implementar una estrategia regional en contra del crimen; la mandataria no quiere que el crimen se desplace a Centroamérica si México gana la batalla.
chinchilla (Foto: Alfredo Pelcastre/Mondaphoto)

El tema del narcotráfico y la criminalidad condiciona las relaciones entre los gobiernos de México y Costa Rica, advirtió la presidenta del país centroamericano, Laura Chinchilla Miranda, aunque reconoció que también los ha unido más. "Hemos entendido que el narcotráfico no se le puede seguir persiguiendo a nivel de naciones de forma individual. Si bien nos alegra mucho el éxito que tuvo Colombia persiguiendo el problema de los cárteles de la droga en su país, tenemos que reconocer que se dio un desplazamiento de las bandas del narcotráfico hacia México y hacia la parte norte de Centroamérica", dijo durante el evento México Cumbre de Negocios.

"No queremos que el futuro éxito que ojalá logre tener México, como lo tuvo Colombia, nos haga desplazar el problema de las bandas criminales hacia Centro América", afirmó.

Por eso es que la única manera de ser exitosos en la lucha contra el narcotráfico es conceptualizando esta lucha como "un asunto más regional y más global", alertó la presidenta.

En relación a la posibilidad de que el próximo Gobierno de México cambie su estrategia en la lucha contra el narcotráfico, la primera mandataria de Costa Rica dijo que el tema se abordará en la reunión que sostendrá este lunes con el presidente electo, Enrique Peña Nieto, por lo que no se atrevería a adelantar posibles escenarios antes.

"Pero sí quiero decir que Centroamérica ha venido levantando la voz con relación a la urgente necesidad de revisar algunas de las actuales estrategias del combate al narco", acotó.

En conferencia de prensa, aseguró que no puede dejar de preocupar los balances que se generarán a raíz, por ejemplo, de que en paralelo a la reelección de Barack Obama como presidente de Estados Unidos se sometieron a referéndum algunos temas como la legislación del consumo de drogas.

Sustancias que si bien son suaves, agregó, son drogas al fin y no sólo para fines medicinales, sino de recreación.

"Van a empezar a darse una serie de contradicciones de que si por un lado seguimos estimulando la demanda, por supuesto vamos a seguir aumentando el estímulo a la oferta, mucha de la cual se origina en nuestros países o trasiega por nuestros países", dijo.

"Son escenarios de cambio que nos obligan a revisar, a ajustar políticas y a tener respuestas que, por un lado, sean más sensatas, más compartidas en sus costos y ojalá generen menos traumas que las que han generado las políticas actuales en nuestras naciones y que han puesto miles de vidas humanas para poder atender este problema", apuntó.