Publicidad

Síguenos en nuestras redes sociales:

Publicidad

CEESP pide IVA general y cambiar al ISR

Una reforma fiscal para México también debe considerar un impuesto verde a las gasolinas, afirma; es necesario comunicar a la población los impactos de los cambios, dicen organismos internacionales.
jue 10 enero 2013 03:05 PM
El Gobierno de Nuevo León pretende ahorrar 3,644 mdp en 2013 con los recortes a los salarios. (Foto: Getty Images)
dinero pesos

Una reforma fiscal para México debe tomar en cuenta la generalización del Impuesto al Valor Agregado (IVA), la aplicación de un gravamen verde al consumo de gasolina y sustituir el Impuesto sobre la Renta (ISR) por otro que simplifique la recaudación, afirmó el director del Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP), Luis Foncerrada Pascal.

Al participar en la segunda jornada del Foro México 2013, Políticas públicas para un desarrollo incluyente, el director general del organismo, estimó que el reciente aumento al precio de la gasolina de 11 centavos por litro es una buena medida, pero resulta insuficiente.

Planteó que la gasolina tipo Premium, que no forma parte de los procesos productivos, se iguale de inmediato al precio internacional. Reconoció que ello tendría un impacto en el comportamiento de los precios, pero "la inflación no afectará igual a todos los niveles, ya que solo 38% de la población en México consume gasolina y a ellos son a los que se está apoyando".

Incluso, consideró que si se aplica un impuesto verde de 5 pesos por litro "recaudaríamos alrededor de 400,000 millones de pesos, dos terceras partes de lo que se recauda por IVA".

En cuanto al Impuesto sobre la Renta (ISR), Pascal Foncerrada indicó que la reforma hacendaria deberá simplificar la recaudación y propiciar empleo e inversión. "De eso se trata el desarrollo incluyente. El ISR tiene un montón de hoyos, como exenciones de impuestos, y tiene un límite. En el futuro y deberíamos pensar en sustituirlo por otro impuesto", afirmó.

Hay varias opciones, expuso, pero un impuesto que ha sido probado en otros países es el que se aplica al valor agregado de las empresas, en el cual las compañías no tendrían jamás trato con el IMSS y no necesariamente quita la progresividad.

Publicidad

"Con el 22% de la tasa al valor agregado de las empresas, se cubriría todo el impuesto que se recibe hoy por el IDE, el ISR, IETU y todas las contribuciones adicionales. Se podrían eliminar ocho impuestos y contribuciones y habría un solo pago a la Secretaría de Hacienda", dijo el director del CEESP.

En particular sobre el Impuesto Empresarial a Tasa Única (IETU), lo calificó como un gravamen poco amado, muy criticado, pero que es una solución. Es un impuesto al valor agregado que ha sido probado en más de 90 países, "el reto es que paguen hoy los que no pagan -que no son pocos- y fiscalizar bien a personas físicas y profesionistas. La tendencia es hacia modernizarse en impuestos al consumo, considerar el impuesto a la gasolina y no gravar inversiones, sino permitir que sean deducidas, porque nos permite un desarrollo incluyente y generación de empleos".

En cuanto al IVA, coincidió con diversos expertos en que es fundamental generalizarlo, "por razones de justicia social y para lograr un desarrollo incluyente; no hacerlo beneficiará, de manera obscena, a los que más tienen".

"Y si hay grupos que no lo entiendan, es fácil explicarlo con manzanitas, pero hay que hacerlo", aseguró Luis Foncerrada Pascal, director general del CEESP.

Si la tasa de este impuesto al consumo aumenta a 19%, por ejemplo, seguramente aumentará la recaudación, pero sólo generalizarlo también. "No sé si a los niveles de Chile, que prácticamente no tiene una economía informal, mientras que en México es muy elevada, pero probablemente veríamos un aumento en la recaudación, quizás no similar a la de otros países de América Latina, pero por razones de justicia social hay que llevarlo a cabo", insistió.

El costo de los cambios

En tanto, especialistas de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y del Banco Mundial (BM), consideraron que una reforma fiscal no es un tema técnico, sino esencialmente político, por lo que es necesario comunicar a la población los impactos y beneficios que implica.

Juan Alberto Fuentes, director de la División de Desarrollo Económico de la Comisión para América Latina y el Caribe (CEPAL), puntualizó que el Pacto por México pone en relieve que hay una clara conciencia entre diversos actores sobre la necesidad de una reforma fiscal profunda. El énfasis actual en la necesidad de una reforma hacendaria refleja que estamos frente a un tremendo desafío político más que técnico.

"El pacto de México realmente puede tomarse como el marco de políticas que reflejan ya una nueva realidad y que incluye elementos básicos de lo que podría tomarse como un pacto fiscal, que es un acuerdo social sobre el monto, el origen, destino de los recursos que requiere el Estado, pero además acompañado por transparencia y rendición de cuentas", señaló.

Samuel Freije, funcionario del Banco Mundial, agregó que en la Unión Europea la desigualdad antes de impuestos y transferencias es de 46 puntos Gini y después de impuestos y transferencias es de 34 puntos unidades. Es decir, a través de impuestos y transferencias se logra reducir 12 puntos de desigualdad y en el caso de México se pasa de 51 a 49, es decir, todo el sistema fiscal y de transferencias cambia la distribución del ingreso en solo dos puntos.

De esos 12 puntos en que cambia la desigualdad o progresividad del ingreso en Europa después de impuestos y transferencias, 9 son por transferencias, 3 son por la progresividad o regresividad de los impuestos. La discusión basada en progresividad o regresividad tiene que tomar en cuenta aspectos técnicos sobre si nos referimos a la incidencia relativa a cada grupo sobre el total de lo que se recauda y tiene que considerar de manera crítica lo que se gasta.

Dinero Inteligente

Únete a Dinero Inteligente. El newsletter con consejos para cuidar tus finanzas.

Publicidad
Publicidad