La centroizquierda habría ganado las elecciones en Italia con entre 5 y 6 puntos porcentuales más que el bloque de centroderecha del ex primer ministro Silvio Berlusconi, según dos encuestas telefónicas.
Una encuesta de la cadena de televisión Sky, publicada después de que la votación terminara a las 1400 GMT, mostró que el movimiento antisistema liderado por el comediante Beppe Grillo logró el tercer lugar.
El sondeo mostró también que la centroizquierda logró una ventaja de 5.5 puntos en la Cámara baja y de 6 puntos en el Senado, aunque el resultado dependerá de las regiones clave que están en disputa. En la región más importante, Lombardía, Sky dijo que la centroizquierda estaba empatada con Berlusconi.
Sky dijo que el bloque de centroizquierda de Pier Luigi Bersani logró el 34.5%, el de centroderecha de Berlusconi el 29%, el de Grillo 19% y el de Monti 9.5%, tras una mediocre campaña centrista que decepcionó profundamente a los gobiernos e inversionistas extranjeros que lo apoyaban.
Una encuesta telefónica de la cadena de televisión estatal RAI mostró la misma tendencia, con la centroizquierda liderando por seis puntos al bloque de Berlusconi en la Cámara baja.
El diferencial entre el bono referencial italiano a 10 años y su equivalente alemán se redujo a 260 puntos básicos después de los resultados de las encuestas, en una señal de optimismo de los inversionistas de que la centroizquierda será capaz de formar un Gobierno estable y que apoye las reformas del Estado.
Las leyes electorales de Italia garantizan una fuerte mayoría en la Cámara baja para el partido o coalición que logre el mayor porcentaje de la votación nacional.
Sin embargo, el Senado, elegido sobre una base regional, es más complicado y el resultado podría cambiar en algunas zonas, incluida Lombardía, el industrial norte y en la sureña isla de Sicilia.
Italia, la tercera mayor economía de la zona euro, es fundamental para la estabilidad en la región en su conjunto. El período de máximo peligro para la moneda fue cuando los costos de endeudamiento de Roma estaban fuera de control a finales del 2011.
La dura campaña, que estuvo dominada en gran parte por temas económicos, ha sido seguido de cerca por los mercados financieros, preocupados por el riesgo de una recaída de la crisis de deuda que llevó al poder al tecnócrata Monti en el 2011.