Pese a dos años de corrosivas medidas de austeridad en Portugal desde que se requirió un rescate financiero internacional, el primer ministro advirtió este domingo al país que se prepare para épocas aún más difíciles. El anuncio vino después de un fallo judicial que obligó a su Gobierno a ahorrar más dinero por medio de agudos recortes al gasto público.
En sombrías declaraciones televisadas a nivel nacional, Pedro Passos Coelho dijo que su Gobierno debe hacer nuevos recortes en los servicios públicos debido a la decisión del Tribunal Constitucional de rechazar algunas de las alzas fiscales más recientes.
Las nuevas restricciones al gasto público se enfocarán en la seguridad social, la educación, los servicios de salud y las compañías operadas por el Estado, señaló.
Probablemente esto traiga consigo más despidos en momentos en que Portugal pasa apuros para restaurar su salud financiera, después de que requirió un rescate por 78,000 millones de euros (101,000 millones de dólares) en 2011.
"En la actualidad aún no hemos salido de la emergencia financiera que nos colocó en esta dolorosa crisis", afirmó Passos Coelho.
La economía portuguesa se contrajo 3.2% el año pasado y se pronostica que se contraiga 2.3% en 2013, el tercer año consecutivo de recesión.
Se pronostica que la tasa de desempleo, en la actualidad a un nivel récord de 17.5%, aumente a 18.5% en 2014.
El Tribunal Constitucional prohibió el viernes la aplicación de recortes salariales a los trabajadores gubernamentales y pensionados que habían sido incluidos en el presupuesto del Estado para este año, lo que dejó al Gobierno con sólo nueve meses para obtener de alguna manera el repentino faltante de 1,300 millones de euros.