Sin reformas, el PND pierde potencia

De no concretarse las reformas estructurales que plantea el Gobierno de Enrique Peña Nieto, no se contará con recursos suficientes para financiar los objetivos del Plan Nacional de Desarrollo (PND), especialmente en materia de crecimiento económico, coinciden especialistas.

Sustentar la expansión de la economía en la "democratización de la productividad", como contempla el PND, llevará más de un sexenio, por lo que se requiere generar más inversiones de los sectores privado y público para lograr un crecimiento sostenido, coinciden los analistas.

"En el PND llama la atención que la estrategia se basa en la productividad, lo que no es malo porque es uno de los factores fundamentales del crecimiento permanente. Si bien ha sido un factor limitante, no es la restricción principal, sino que lo es el proceso de desinversión productiva que ha experimentado el país básicamente en la última década", dice el director para América Latina de Moody's Analytics, Alfredo Coutiño.

La directora del Centro de Análisis Económico del Tecnológico de Monterrey, Campus Ciudad de México, Leticia Armenta, coincide en que la productividad es adecuada si se implementa con otra serie de medidas a nivel económico, como es ampliar la inversión pública y privada.

Una de esas medidas tiene que ver con la incrementar la competencia y, en ese sentido, habría que mejorar la libertad en los mercados, ya que en cualquiera de los sectores económicos que se analice hay una alta concentración que solo beneficia a unos cuantos grupos, indica.

Este lunes el Gobierno del presidente Enrique Peña Nieto presentó el Plan Nacional de Desarrollo (PND) 2013-2018, el cual es sólo el primero de los instrumentos de planeación democrática que habrán de guiar la actuación del Gobierno federal, afirmó el secretario de Hacienda y Crédito Público, Luis Videgaray Caso.

México va a crecer porque están entrando muchos capitales al país, pero para que la expansión económica sea sostenida se requieren inversiones a largo plazo, destaca el catedrático del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), Germán Rojas.

Es necesario invertir a largo plazo en educación, quitar una serie de monopolios públicos que no funcionan, y cambiar la actitud de la gente ante los subsidios.

En el diagnóstico de la economía todos estamos de acuerdo, menciona, pero hay muchas cosas que no se pueden hacer porque hay grupos que no quieren cambiar o reformas en sectores estratégicos (Pemex o SEP) donde normalmente los sindicatos tiene poder monopólico.

Otro elemento que llama la atención dentro del PND, dice Coutiño de Moody´s Analytics, es que si bien se plantea que el crecimiento debe ser mayor y sostenido también debe ser estable.

En su opinión, para poder lograr un crecimiento estable se necesitan políticas económicas más flexibles, modernas y a la altura de la realidad del país, que permitan compensar la caída de la economía cuando el crecimiento esté por debajo del potencial, pero también moderar la expansión cuando por alguna razón la economía esté trabajando por encima de él, para evitar que entre en un sobrecalentamiento.

"El crecimiento hay que hacerlo estable y la forma es teniendo políticas fiscal y monetaria flexibles y modernizadas; es una deficiencia que tiene el PND".

Armenta agrega que es necesaria una inversión mucho más agresiva en todos los sectores, pero insiste mucho en la parte pública porque finalmente lo que delinea el PND son acciones del sector público y ahí sería positivo que se ampliara la infraestructura en todos los sentidos.

Coutiño añade que en la reforma hacendaria no solo se requieren cambios que den más ingresos al Gobierno, sino también una regla estructural que discipline el ejercicio del gasto, que elimine la volatilidad en el Presupuesto y evite incurrir en recortes como estima va a pasar este año.

Visión de largo plazo, no planes sexenales

El problema de los planes nacionales de desarrollado es que se acotan en visiones sexenales y no en un proyecto de largo plazo que mire hacia el 2040 o 2050. Esto se debe a que México no ha llegado a un estado de desarrollo democrático, social y político que permita hablar de largos plazos, considera el Investigador de la Escuela de  Graduados en Administración Pública y Política Pública, del Tecnológico de Monterrey, Luis Miguel Pérez Juárez.

"Cuando uno lee un PND como éste, no tiene otra cosa más que sonreír y pensar positivamente que el documento es bueno, pero para verlo aterrizado falta mucho por hacer, hay poco tiempo y son retos grandes los que plantea el propio plan porque hablar de un México próspero, mantener la estabilidad macro, promover empleos de calidad y una serie de proyectos para crecer requiere de reformas estructurales".

Plantear una economía que crece 6% es alcanzable, pero exige muchos retos, y en buena medida tienen que ver con lo que México no ha podido sacar adelante durante mucho tiempo que es encontrar la certeza jurídica que sea atractiva para la inversión extranjera.

Resalta que la clase política sin duda tendrá mucho que ver en este plan. "Es ahí en donde está buena parte de la solución, pero también en mucho está el problema, porque tenemos una clase política con una visión a veces limitada y  miope y una clase política con una concepción electoral, más allá de una institución que ofrezca opciones de gobernabilidad".

Comenta que existe cansancio de ver planes sexenales que cuando se evalúan resulta que atendieron porcentajes muy limitados de las metas que pretendían. "¿Sabrán cómo hacerlo? No es lo mismo escribirlo en el papel que aplicar después protocolos, normatividad, cambios y reformas suficientes para llevarlos a cabo y ahí es donde puede llegar el pesimismo".