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Consolidación fiscal... cambia de nombre

La reforma hacendaria busca eliminar este régimen por considerarlo poco eficaz contra la evasión; su desaparición da entrada a uno más simple y transparente que únicamente durará 3 años: expertos.
mié 11 septiembre 2013 06:03 AM
Con la Consolidación Fiscal a cinco años, el Gobierno federal estimó que dejará de percibir 19,496 mdp entre 2013 y 2014. (Foto: Getty Images)
Impuestos

A pesar de que el Gobierno propone eliminar el régimen de Consolidación Fiscal -que permite a los corporativos sumar las operaciones de sus subsidiarias a fin de compensar pérdidas con ganancias y reducir el pago de impuestos- la misma iniciativa hacendaria considera un nuevo esquema que en la práctica tendría objetivos similares.

La propuesta de reforma hacendaria, que será analizada por el Congreso, contempla la creación del Régimen Opcional de Grupos de Sociedades, el cual prevé que el diferimiento en el pago del Impuesto sobre la Renta (ISR) sea únicamente por tres ejercicios y no por cinco como se da actualmente.

Actualmente, cerca de 400 grupos empresariales -muchos de los cuales cotizan en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV)- utilizan este esquema que permite que una holding (o controladora) difiera el ISR de sus subsidiarias al compensar las pérdidas que registren algunas de ellas contra las utilidades que obtengan las otras firmas que forman parte del mismo grupo, y pagar ese impuesto de forma diferida en cinco años.

Con la Consolidación Fiscal a cinco años, el Gobierno federal estimó que dejará de percibir 19,496 millones de pesos (mdp) entre 2013 y 2014, de los cuales 9,554 mdp corresponderían a este año (casi el 49%), según estimaciones del Presupuesto de Gastos Fiscales que fue enviado por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) al Congreso a principios de julio.

El pasado fin de semana, el Gobierno de Enrique Peña Nieto presentó su iniciativa de reforma hacendaria, en la que descartó gravar con IVA a alimentos y medicinas pero sugiere la eliminación de algunos privilegios, entre ellos el régimen de Consolidación Fiscal.

"Las múltiples reformas que se han dado para este régimen lo hicieron muy complejo y con cálculos y mecánicas que resultan difíciles en su aplicación e interpretación, lo que ha generado una especie de monstruo en los grupos de consolidación", dijo el socio de Impuesto de la firma Deloitte, Luis Sánchez.

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Consideró incorrecto pensar que el régimen es un estimulo fiscal y que por tanto debiera desaparecer.

La estrategia de salida del régimen

Al eliminar el régimen de consolidación, el Gobierno federal considera necesario establecer un esquema de salida para estos grupos de empresas, por lo que propuso dos opciones para el cálculo del impuesto diferido al 31 de diciembre de 2013, además de un esquema de pago fraccionado en cinco ejercicios (años) para el total del gravamen diferido.

Las empresas que aún se encuentren en el periodo obligatorio de cinco años de tributación podrán seguir aplicando las disposiciones actuales y, una vez que concluya su periodo, deberán calcular y enterar el impuesto diferido que tengan a esa fecha, a través del esquema fraccionado de pagos.

El socio de Impuestos Corporativos de KPMG, David Ricardez, explicó que el esquema de salida: el primero está contenido en el artículo 71 de la LISR y es con el cual los contribuyentes calculan el impuesto diferido actualmente, y el segundo es una mecánica establecida en las disposiciones transitorias de la iniciativa, pero que incluyen casi los mismos conceptos del artículo 71.

Consulta el Artículo 71 de la LISR y la iniciativa de reforma hacendaria en materia de ISR

Los expertos consideraron que el mecanismo que daría por terminado el régimen de consolidación fiscal generará problemas para las compañías, porque se corre el riesgo de duplicidad en el cálculo de impuestos, lo que provocaría que pagaran más de lo que en realidad originaron.

"La mecánica y la metodología para calcular el impuesto contiene elementos que no necesariamente son impuestos que se hayan diferido; esto se discutió incluso en la reforma de 2010 y no ha sido aún resuelto por los tribunales", indicó el socio de Función de Impuestos de Deloitte, Luis Sánchez, lo cual ocasionará un cargo extra a las compañías.

"Al dar por terminado este régimen, se corre el riesgo de que las empresas paguen cantidades que nunca se generaron", dijo el socio de Impuestos Corporativos de la firma PwC Héctor García.

Esto ocasiona duplicidad en el cálculo, pero que nace de la mecánica establecida de la reforma de 2010 y se materializa cuando tienen que dar salida al régimen, lo que será una carga adicional para las empresas, aseguró.

En cuanto al Régimen Opcional de Grupos de Sociedades, que sustituiría al actual sistema de consolidación, prevé que el diferimiento del ISR sea por tres años para los grupos de sociedades, a partir de un estricto control del Impuesto causado a nivel individual.

La iniciativa considera que el nuevo régimen redundaría en un esquema sencillo que cierre posibles brechas de elusión y evasión fiscales, lo que tendrá efectos positivos en la recaudación, así como un eficiente control y fiscalización del régimen.

Con este esquema se seguirá favoreciendo a los grupos empresariales que válidamente han tributado en la consolidación fiscal beneficiándose estrictamente de lo que dispone el esquema, y a nuevos grupos que cumplan con los requisitos establecidos.

Ventajas del nuevo régimen opcional para sociedades

El nuevo régimen propuesto tiene como ventaja para las empresas que se adhieran a él, según la iniciativa federal, entre los que destacan la simplificación, la certeza del impuesto, la facilidad para fiscalizar, así como frenar la elusión y evasión. 

Riesgo para empresas en la BMV De aprobarse, el régimen establecerá la proporción que podrán diferir las empresas, pero no podrán diferir al 100% las pérdidas de alguna de sus subsidiarias, destacó el socio de Impuestos Corporativos de KPMG, David Ricardez.

"Si es un grupo que se encuentra en un periodo de inversión y sus subsidiarias están registrando pérdidas fiscales por esa inversión, tal vez sí podrán ubicarse en un esquema de diferimiento al 100%, pero si hay ganadoras y perdedoras dentro del grupo entonces podrán diferir una porción", subrayó .

La salida de este régimen de consolidación tendría impacto en las empresas , pero "contar con un régimen que por lo menos permita reconocer que las empresas pueden compensar las utilidades y pérdidas es algo bueno", destacó el socio de Impuestos de la firma Deloitte, Luis Sánchez.

Héctor García indicó que el plazo que se otorga con esta nueva figura no es adecuado y tres años no ayuda mucho para que los contribuyentes puedan tener un proceso de reinversión de utilidades. Además, advirtió que las empresas que cotizan en Bolsa, muchas de las cuales utilizan este régimen, pueden verse impactadas en momento en que se tenga que reconocer el pasivo derivado de los cálculos que se establecen.

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