Altos funcionarios de las economías del G20 hicieron un llamado este viernes a Estados Unidos para que actúe con urgencia respecto a las incertidumbres fiscales de corto plazo desatadas por una riña política en Washington.
El Gobierno federal de Estados Unidos se encuentra parcialmente cerrado desde el 1 de octubre por una disputa presupuestaria entre los republicanos del Congreso y la Casa Blanca.
Los republicanos también se han rehusado a elevar el límite endeudamiento del país, lo que podría causar una cesación de pagos y generar un caos en los mercados mundiales.
Autoridades económicas del Grupo de los 20 que se reunieron este viernes en Washington, han advertido que si el Congreso de Estados Unidos no eleva el límite de endeudamiento gubernamental del 16.7 billones de dólares, la economía mundial padecería estragos.
El riesgo de un cese de pagos disminuyó el jueves, luego que los republicanos presentaron un plan para ampliar la capacidad de endeudamiento del país, abriendo una puerta a conversaciones con la Casa Blanca.
Los republicanos han tratado de usar el límite de endeudamiento como una herramienta para que la Casa Blanca se avenga a recortes presupuestarios y a cambios a la ley de salud que impulsó el presidente Barack Obama.
Sin embargo, un cierre parcial del Gobierno por falta de financiamiento, que está en su undécimo día, complica las negociaciones.
Obama esperaba apurar este viernes las gestiones para una reapertura del Gobierno y un aumento del límite de endeudamiento en una reunión con senadores republicanos.
El riesgo de un incumplimiento en Estados Unidos, que los funcionarios del G20 siempre han considerado remoto pero que afloró recientemente, ha ensombrecido un panorama para la economía mundial que ya era débil.
Algunas de las advertencias más firmes fueron de los mayores acreedores del Gobierno de Estados Unidos.
"Ellos deberían tener la sabiduría para resolver este problema tan pronto como sea posible", dijo Yi Gang, el segundo en la línea de mando del Banco Central de China.
China es el mayor poseedor de bonos del Tesoro, con activos por 1.2 billones de dólares, seguido por Japón.
"El problema tiene que despejarse pronto porque Estados Unidos está en una posición en la que puede arrastrar al resto de la economía mundial", dijo el gobernador del Banco de Japón, Haruhiko Kuroda.