Reforma energética, al Pleno del Senado

Se prevé que la discusión del proyecto se reanude a partir de las 11:00 horas de este martes; se acordó desahogar reservas pendientes directamente en el Pleno, lo que molestó a la izquierda.
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La controversial reforma que plantea abrir el sector energético mexicano a la inversión privada -tanto nacional como extranjera- avanzó este martes en comisiones del Senado, donde fue aprobada en lo general a pesar de las protestas de los partidos de izquierda, que insistieron en su demanda para que se posponga la discusión del tema. El proyecto de dictamen impulsado por el gobernante Partido Revolucionario Institucional (PRI) y por el Partido Acción Nacional (PAN) quedó avalado en lo general alrededor de las 15:30 horas del lunes (local), durante la sesión de las comisiones de Puntos Constitucionales, Energía y Estudios Legislativos, Primera.

Después, tras casi 13 horas de haber iniciado la reunión, no se había desahogado ni la cuarta parte de las más de 200 reservas que se hicieron al documento en la discusión particular.

Entonces, pasada la 1:00 de este martes, se aprobó por mayoría un acuerdo de las mesas directivas de las comisiones unidas, para acelerar el proceso legislativo y resolver todos esos puntos directamente en el Pleno, una decisión que molestó a la izquierda.

Se prevé que el debate, en el que han sido rechazadas todas las propuestas de la izquierda, continúe a partir de las 11:00 en el Pleno de la Cámara alta.

Los intentos del opositor Partido de la Revolución Democrática (PRD)

Encabezados por su vicecoordinadora, Dolores Padierna, los senadores perredistas tomaron la tribuna del salón y acusaron que el PRI y el PAN no estaban cumpliendo el acuerdo de acelerar la ley reglamentaria de la consulta popular.

El PRD se opone a la reforma energética porque considera que privatizaría los hidrocarburos y ha señalado que si se aprueba buscaría derogarla mediante una consulta a la ciudadanía.

"Se les olvidó que el hijo del general (Lázaro) Cárdenas, el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas (fundador del PRD), los desautorizó y les planteó que si realmente quieren modernizar al sector y si el petróleo es nuestro, que consulten a la población. (Pero) la consulta popular que fue convocada por todas las fuerzas progresistas fue, simplemente, menospreciada por quienes promueven ‘el petróleo es nuestro'", dijo Padierna en tribuna.

El líder del PRI en el Senado, Emilio Gamboa, se reunió entonces con Padierna y ofreció al PRD ayudar a que la ley de la consulta popular se destrabe en la Cámara de Diputados. Se prevé que el documento sea votado este martes, aunque los perredistas siguen en desacuerdo con algunos de sus puntos.

Tras la reunión entre Padierna y Gamboa, los perredistas dejaron la tribuna, las comisiones dictaminadoras empezaron a sesionar y pocos minutos después votaron la reforma en lo general.

Sin embargo, de inmediato inició una larga discusión en lo particular, para la que las bancadas del PRD y del Partido del Trabajo (PT), su aliado tradicional, reservaron todo el texto -cambios a tres artículos constitucionales y 21 artículos transitorios- y registraron más de 200 oradores.

Nuevas tensiones

La discusión se convirtió en un nuevo escenario de tensiones entre los legisladores.

Por la noche, el perredista Fernando Mayans acusó al priista David Penchyna de haberlo "amenazado" con "mentadas de madre" afuera del salón. Penchyna, presidente de la Comisión de Energía, evitó hablar del tema desde su escaño, pero otros senadores del PRD exigieron que el caso fuera investigado.

Al tiempo que esa exigencia causó burlas entre legisladores del PRI y del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), el priista Omar Fayad y el panista Jorge Luis Lavalle llamaron a que continuara la sesión porque no había pruebas del hecho denunciado.

Desde antes del comienzo del debate, partidarios y opositores de la reforma intercambiaron reclamos. Perredistas como Adán Augusto López han calificaron de "traidores a la patria" a los senadores del PRI y del PAN, mientras priistas como Graciela Ortiz afirmaron que la izquierda usa "tácticas dilatorias" para retrasar la aprobación de una reforma necesaria para el país.

La propuesta del presidente Enrique Peña Nieto plantea permitir que el Estado celebre contratos con particulares en la exploración y explotación de hidrocarburos. El Gobierno y el PRI niegan que esto signifique la privatización de los energéticos, aunque el PRD considera que equivaldría a entregar a empresas privadas los bienes de la nación.

Del presupuesto federal anual, alrededor de la tercera parte proviene de ingresos derivados del petróleo.

Los temas pendientes

El debate de la reforma en comisiones se realizó mientras el Movimiento Regeneración Nacional (Morena) realizó una nueva protesta afuera del Senado -por sexto día consecutivo- para protestar contra la iniciativa de Peña Nieto.

Morena fue fundado por el excandidato presidencial de izquierda Andrés Manuel López Obrador, para quien la propuesta presidencial representa un "atraco" al país.

Dentro del recinto legislativo, por otra parte, se mantuvieron las negociaciones entre el PRI y el PAN sobre algunos puntos de la reforma.

El PAN busca cambios en cuatro temas: mayor apertura en el sector eléctrico, más precisión sobre cómo operarían los organismos reguladores, el fondo petrolero y la salida de los sindicatos de los órganos de Gobierno de Petróleos Mexicanos (Pemex) y de la Comisión Federal de Electricidad (CFE). 

Consultados por separado, los panistas Jorge Luis Lavalle y Salvador Vega Casillas dijeron que el tema está sobre la mesa, en tanto el priista Penchyna negó que ya exista un acuerdo sobre el asunto.

"Nosotros seguimos con algunos temas en los que no hemos alcanzado 100% de acuerdo con Acción Nacional. Estamos procesando un dictamen", dijo Penchyna.

La medida afectaría al sindicato petrolero, dirigido desde los 90 por el ahora senador priista Carlos Romero Deschamps. El líder sindical es secretario de la Comisión de Energía y llegó al inicio de la sesión de comisiones. Permaneció en el salón hasta antes de la votación en lo general, en la que no participó, y después se retiró.

El PRI quería aprobar el dictamen lo antes posible para enviarlo al pleno del Senado, votarlo y mandarlo a la Cámara de Diputados con el tiempo suficiente para que quede aprobado antes del 15 de diciembre, cuando termina el periodo ordinario de sesiones.

No obstante, Padierna advirtió el lunes que durante la discusión en el pleno el PRD volverá a reservar todo el documento, lo que haría más lento el proceso legislativo.