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Inflación, amenaza silenciosa para EU

La economía aún es frágil mientras los precios de los productos básicos aumentan, dice Moshe Silver; este escenario obligará a la Fed a seguir firme en su plan de reducir sus compras de bonos.
lun 17 febrero 2014 06:02 AM
La inflación de los salarios se estaba elevando incluso antes del aumento de sueldo del presidente Barack Obama. (Foto: Getty Images)
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Lo creas o no, los precios de los productos básicos se están elevando ahora en Estados Unidos, mientras otras presiones inflacionarias siguen construyéndose. ¿No lo crees? Echa un vistazo a los precios del oro. Ya han subido más de 7% en el último año y S&P 500 ha caído 1.5%. Mientras tanto, el Commodity Index CRB ha subido 4% en el último año.

Algo se está moviendo aquí, y no tiene el tufo de la deflación. Si la presidenta de la Reserva Federal de Estados Unidos, Janet Yellen, decide rescatar a los mercados de acciones al revertir los planes del Banco Central de reducir sus compras de bonos , el impacto podría derribar al dólar estadounidense e incitar a los inversores a perseguir el rendimiento, lo cual elevaría el precio de los activos de cobertura contra la inflación y probablemente provocaría una nueva ronda de inflación de productos básicos que ralentizaría el crecimiento.

Tras alcanzar un máximo entre 2011 y 2012, los precios de los productos básicos colapsaron en 2013. Debido a los declives de precios del año pasado, las comparaciones entre periodos son especialmente sensibles, por lo que incluso un aumento moderado de los precios de los productos básicos luce inflacionario si se observan los últimos 12 meses. Sin embargo, esto es un efecto óptico, no una realidad económica. Pero la política -y el pánico del mercado- surge en respuesta a cómo lucen las cosas, no a cómo son realmente.

El presidente ejecutivo de Hedgeye, Keith McCullough, dice que es poco probable que veamos que el periodo 2011-2012 defina una inflación verdadera (que la Fed no vio en ese momento). Pero, a medida que la gente perciba el aumento de los precios de los productos básicos, junto con la desaceleración del crecimiento y el declive en los precios de las acciones, habrá especulaciones de que la Fed volverá a relajar su política para apoyar el decaído crecimiento.

Si Yellen revierte sus planes de reducir las compras de bonos de la Fed, las acciones podrían subir temporalmente. Pero a nivel mundial, el dólar se verá afectado, provocando que la inflación aumente más rápido.

Entérate: EU crecerá 3% o más en 2014: Yellen

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La inflación de los salarios se estaba elevando marginalmente, incluso antes que el presidente Barack Obama ordenara los aumentos salariales. Las tasas de ahorro están disminuyendo hacia mínimos históricos a medida que el consumo está desplazando de nuevo al ahorro.

Durante el tercer trimestre de 2013, el crecimiento de la deuda total de los hogares pasó a terreno positivo por primera vez en 18 trimestres. Después de cinco años de desapalancamiento de los hogares, ha regresado el crecimiento del consumo impulsado por el crédito, y el gasto excesivo de los consumidores podría llegar a un máximo si los consumidores empiezan a preocuparse por la inflación mientras persiguen los precios más altos.

Es probable que la inflación conduzca a la "compresión múltiple" del mercado de valores, todo lo contrario a lo que la mayoría de los estrategas de Wall Street están pidiendo. El año pasado, se registró una aceleración tanto del crecimiento como de la inflación, llevando a los inversores optimistas a asignar mayores múltiplos de relación precio-ganancias a las acciones e impulsando los precios al alza.

Desaceleración

Ahora, la inflación de los productos básicos está aumentando, pero el crecimiento estadounidense está mostrando signos de desaceleración. Este es un lugar difícil, y tampoco es fácil de resolver, y ningún político quiere escuchar que la mejor opción política es estar tranquilos y esperar. Esto aumenta el riesgo de nuevos ajustes por parte de la Reserva Federal.

Gracias a proyecciones excesivamente optimistas de Wall Street, los inversores no están posicionados para un crecimiento más lento y para una compresión múltiple en el precio de las acciones. McCullough dice que los precios de los productos básicos parecen estar superando a la política de la Fed; un “comercio de inflación” que podría explotar si Yellen revierte la reducción. Las mediciones generales de la inflación, como los precios del índice CRB, continúan marcando mínimos crecientes a medida que los precios de las acciones bajan.

El análisis macro de Hedgeye considera que el tasa de cambio en los precios continúa su tendencia al alza, lo cual empeora el escenario inflacionario para los inversores. El componente de precios pagados ha subido en la encuesta manufacturera y de servicios del ISM (Institute for Supply Management).

Los pedidos de bienes duraderos, las ventas minoristas, las tendencias de consumo, la demanda de vivienda y los precios de las viviendas se están desacelerando, y el diferencial de rendimiento de los bonos del Tesoro de Estados Unidos se está comprimiendo, lo que indica un empeoramiento en las perspectivas de crecimiento.

Las nuevas órdenes de servicios de ISM -el mejor indicador líder de la actividad futura en la encuesta- han vuelto a su nivel registrado en julio de 2009, y los nuevos pedidos manufactureros del ISM tuvieron apenas su mayor caída mensual desde diciembre de 1980, en la víspera de una recesión que azotó a la nación durante dos años.

Los planificadores y reguladores centrales están ocupados asegurando a sus ciudadanos que las cosas están bajo control, pero la realidad es que los reguladores no saben qué fuerzas provocarán la próxima crisis. De hecho, es posible que ya estemos en medio de la próxima crisis, impulsada por los bancos centrales que destrozan sus monedas para avivar la inflación de precios y estimular las exportaciones; con ejemplos destacados (hasta el momento) como India y el Reino Unido.

El impacto duradero de estas políticas no será una fortaleza económica, sino una mayor desigualdad, con una creciente probabilidad de descontento social y un posible colapso en los mercados emergentes, para lo cual Estados Unidos no está preparado.

En este escenario de opciones limitadas, McCullough tiene la esperanza de que Yellen haga una declaración inequívoca de que la Fed continuará reduciendo sus compras y ajustando sus políticas. Eso fortalecería al dólar y ayudaría a colocar a la economía estadounidense de vuelta en una senda de crecimiento más sólido.

Sin embargo, la “esperanza no es una estrategia de gestión de riesgos”, dice McCullough.

Moshe Silver es director gerente de Hedgeye Rosk Management y autor del libro Fixing a Broken Wall Street. Puedes leer más de Moshe en ComplianceEdge.

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