Desigualdad en AL tardará años en bajar

Las reformas económicas en latinoamérica tardarán años en reflejarse en la población, dice el BID; el presidente de la institución destaca el futuro apoyo del banco a la iniciativa privada.
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Quienes prevén, o prometen, que la población de América Latina verá una reducción de la pobreza y la desigualdad en el corto plazo, están equivocados.

El presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Luis Alberto Moreno, advierte que tomará varios años el que las reformas económicas efectivas toquen a la población más pobre.

Brasil, México, Colombia, Perú y Panamá son algunos de los países de la región que en los últimos 20 años han iniciado una ola de cambios en su política económica. En países como México, estos cambios no se han reflejado en una reducción sustancial de la desigualdad.

"Las reformas requieren de consensos políticos (...) nos va a tomar varios años acelerar las reformas y que tengan el efecto", dijo Moreno en entrevista con CNNExpansión.

Tomó como ejemplo la reforma educativa, al mencionar que sólo entre el 1 y 2% de los estudiantes latinoamericanos tienen a la misma edad el mismo conocimiento en matemáticas y ciencias que los de Asia, según los datos de la prueba Pisa.

De hecho, de los 15 países con mayor desigualdad en el mundo, 12 son de la región de América Latina, recordó Moreno en el marco del Foro Económico Mundial sobre América Latina.

Sin embargo, destacó que no se empieza de cero, ya que según sus estadísticas, en los últimos 20 años el porcentaje de latinoamericanos en pobreza pasó de 50 a 30%.

El colombiano, que lleva ocho años al frente del BID, deberá llevar a cabo la ejecución de una de las más grandes reformas de la institución, financiar a la iniciativa privada al tiempo de seguir colaborando con el sector público para fomentar el desarrollo y la inclusión económica de la región.

América Latina sólo efectúa entre sí el 20% de su intercambio comercial con el mundo, lo que significa una tercera parte de lo que hace Europa.

Este diagnóstico es la base para que a partir de enero de 2015, el BID pueda otorgar financiamiento a pequeñas y medianas empresas, pero el problema es que estas unidades son hasta seis veces menos productivas que las grandes compañías y esa brecha es quizá el mayor lastre.

Prácticamente la mitad de la población trabajadora en el continente es informal y el cambio de ese estatus no se ve en breve.

Por lo pronto el foco de atención al nuevo esquema de financiamiento está orientado a las Pymes, las alianzas público privadas y lo relacionado con el crecimiento verde.

"La mejor manera de acelerar esa movilidad social es por la vía de la educación y cerrar la brecha de productividad alrededor de infraestructura, innovación y calidad de la educación", dijo Moreno quien a través de una alianza con privados promueve

, una red social empresarial que busca promover el comercio exterior y la inversión internacional y que a cinco días de lanzada cuenta con más de 1,000 empresas seguidores.