Brasil, ¿qué sigue tras la goleada?
La eliminación de la selección brasileña de la Copa del Mundo, tras perder 7-1 ante Alemania, es sólo un partido de futbol, pero podría tener efectos en el mercado de valores, en las elecciones de octubre próximo, y en la confianza de la población de ese país, de acuerdo con la financiera UBS.
Un Gobierno cuestionado por una parte de sus ciudadanos, una presidenta que buscará la reelección, y el ánimo de los brasileños afectados por la derrota son las variables que pueden hacer de este torneo algo más que un asunto de un balón.
El banco suizo UBS señala que si Brasil hubiera sido campeón sería visto como algo negativo en la Bolsa de valores porque incrementaba las posibilidades de la presidenta Dilma Rousseff de reelegirse.
Por el contrario, de haber quedado eliminado en la primera ronda habría un mayor descontento social por la economía, los malos servicios públicos, el costo del torneo y por ende reducido las opciones de reelección de Rousseff.
Pero tras el 7-1, aquí te presentamos tres escenarios para Brasil luego de la eliminación, según UBS:
1. La sorprendente derrota debe tener poco impacto en el resultado de las elecciones, para las cuales todavía es favorita Dilma –muy probablemente en segunda ronda-.
2. Es difícil pensar que la caída no tendrá un efecto negativo psicológicamente: “No sólo la economía está mal, el equipo de futbol también”.
3. A corto plazo los efectos pueden ser perjudiciales especialmente si la derrota provoca una nueva caída en la confianza, la cual puede agudizarse si las protestas contra el Gobierno se intensifican.
Al respecto, la agencia Reuters señaló el miércoles que el 7-1 “fue un gran golpe a la confianza del país, el último de una serie de sueños que no se hicieron realidad”.
La otrora boyante economía brasileña se ha estancado y ha estado acosada, por tres años, por la alta inflación , sin un final visible. Su influencia diplomática se redujo mientras otros países latinoamericanos son testigos de sus problemas y adoptan un camino más agresivo de reformas.
El Mundial estuvo plagado de excesivo gasto en estadios, proyectos de infraestructura sin terminar y la muerte de más de una decena de personas en accidentes en las construcciones.
Las noticias no han sido todas malas, sin embargo. En el torneo se vieron algunos de los partidos más memorables en años, mientras que los brasileños se llevaron elogios como anfitriones cálidos y entusiastas.
Además, las masivas protestas callejeras y problemas logísticos que muchos críticos temían en estadios y aeropuertos nunca se materializaron.
Con información de Reuters
