Ley de Pemex, a un paso de concretarse

El Pleno del Senado aprueba en lo general tres minutas correspondientes a las leyes secundarias; los documentos abarcan la Ley de Hidrocarburos, Eléctrica, de Pemex y de la CFE.
senado pleno energia

El Senado mexicano dio un paso más en la aprobación de las

, al votar a favor este lunes, en lo general, los cambios que la Cámara de Diputados hizo a tres minutas: las correspondientes a Hidrocarburos; Industria Eléctrica; y Petróleos Mexicanos (Pemex) y Comisión Federal de Electricidad (CFE).

El primero de los documentos quedó aprobado por 90 votos a favor y 24 en contra; el segundo, por 91-25, y el tercero también por 91-25.

Ahora se discutirán en lo particular.

El bloque de senadores formado por los partidos Revolucionario Institucional (PRI) y Acción Nacional (PAN) se ha pronunciado por respaldar las modificaciones que hicieron los diputados, con lo que bastaría para que las minutas en cuestión reciban el aval definitivo y sean enviadas a promulgación.

La alianza legislativa tiene 100 de los 128 votos posibles.

Estas minutas ya habían sido aprobadas por el Senado, pero debido a que los diputados le hicieron cambios,

para una nueva revisión.

Una de las modificaciones que se realizaron en San Lázaro fue, en la Ley de Hidrocarburos, fijar de 0.5% a 3% el porcentaje de ganancias que una empresa tendrá que pagar al dueño del terreno donde explote gas shale.

Otra, en la Ley de la Industria Eléctrica, consiste en que la tierra de un particular sólo podrá ser ocupada para el desarrollo del sector cuando esta infraestructura requiera una ubicación específica.

En cuanto a

establecen las reglas que deberán seguir ambas instituciones para convertirse en empresas productivas del Estado —una obligación marcada en la reforma constitucional promulgada en diciembre pasado— y abre la puerta a que sus pasivos laborales se conviertan en deuda pública.

Para el PRI y el PAN, estos cambios “mejoran” los documentos que había aprobado el Senado.

En contraste, los partidos de izquierda de la Revolución Democrática (PRD) y del Trabajo (PT) afirman que afectan los derechos de propiedad.

La izquierda está en contra de toda la legislación energética porque abre el sector a la inversión privada nacional y extranjera.