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¿Existe el sueño americano?

Disciplina y el trabajo duro ha sido la clave para estos migrantes y latinos que triunfaron en EU; con una buena planeación, incluso los tiempos de crisis pueden superarse.
jue 07 agosto 2014 06:02 AM
Karina Marcano llegó por primera vez a EU de vacaciones cuando tenía 14 años de edad. (Foto: Tomada de CNNMoney)
estados unidos americano (Foto: Tomada de CNNMoney)

Una mejor calidad de vida

Nombre: Karina Marcano, 36 años

Ciudad de residencia: Fort Lauderdale, Florida

Empleo: Agente de seguros de salud

Soy una inmigrante de Caracas, Venezuela, que llegó por primera vez a Estados Unidos de vacaciones cuando tenía 14 años de edad.

Me enamoré del hecho de que vi una posibilidad de crecer en un entorno mejor y conseguir otras cosas, como seguridad y una mejor calidad de vida.

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Salí de Venezuela cuando tenía 17 años con 60 dólares. Estaba llena de energía. No sabía una palabra de inglés.

Tomé un autobús Greyhound de Miami a Orlando, de donde eran mis primos. Me gradué de la escuela preparatoria allí. Tuve que trabajar en un restaurante y varios hoteles. Algunas veces no podía ver a mis hijos porque tenía que trabajar demasiadas horas.

Ahora, tengo 36 años y soy una agente de seguros de salud para Humana. Gano muy buen dinero. Soy dueña de mi casa. Viajo con mis niños.

Al ser una madre soltera, fue difícil pero no imposible. Si estás decidida y sabes lo que quieres en la vida, puedes lograrlo.

Una carrera exitosa

Nombre: Graten Beavers, 64 años

Ciudad de residencia: Kearney, Nebraska

Empleo: Juez retirado

Siento que logré el sueño americano a través del trabajo duro , educación, apoyo familiar y un poco de buena suerte.

Crecí en un pequeño pueblo de Nebraska de unas 800 personas, asistí a la Universidad de Nebraska para estudiar la universidad y la escuela de leyes, y fui comisionado en el Ejército a través del Cuerpo de Entrenamiento de Oficiales de la Reserva.

Tuve éxito en dos profesiones paralelas al mismo tiempo, como abogado en ejercicio y como abogado en la Reserva del Ejército. Me convertí en un juez de primera instancia hace 23 años, y poco después de eso, me convertí en juez militar en la Reserva del Ejército.

Recientemente me jubilé a los 64 años después de servir como juez militar de alto rango con el grado de coronel. Tengo dos pensiones, una por parte del Estado y otra por parte de la Reserva del Ejército, que incluye seguro médico a través de Tricare hasta que me tome Medicare y luego me proporcionarán un seguro de salud complementario.

He ahorrado e invertido en los últimos años, dinero que no tendré que retirar a menos que quiera, debido a mis pensiones. No he tenido deuda por casi 10 años, lo cual incluye mi casa y una casa de alquiler que tengo junto con un hermano. No tengo la intención de tomar el Seguro Social hasta que cumpla por lo menos de mi edad de jubilación completa y probablemente sea cerca de los 70.

Tengo dos hijos adultos casados con títulos de posgrado ambos y les va bien, junto con cinco nietos. Estoy bien de salud, y corrí mi mejor tiempo en seis intentos en la carrera BolderBoulder de 10K y el segundo mejor tiempo en un medio maratón (recientemente).

Subir la escalera social

Nombre: Danielle Rizzo, 34 años

Ciudad de residencia: Buffalo, Nueva York

Empleo: Abogada

El sueño americano sigue siendo posible para algunas personas , pero hacerlo requiere de mucho trabajo y posiblemente de una cantidad igual de suerte. Parece que sólo le sucede a un pequeño porcentaje de la población, y no hay un conjunto garantizado de pasos que conduzcan a su consecución.

Crecí en un pueblo rural de Nueva York. Mi padre tenía una educación de escuela preparatoria y trabajó en una fábrica de cajas durante más de 30 años antes de retirarse. Mi madre fue a la universidad y trabajó como profesora de escuela una vez que mi hermana y yo empezamos la escuela.

Fui a una buena universidad privada con la ayuda de becas académicas, y después de trabajar durante unos años, fui a la escuela de leyes. Ahora soy abogada de inmigración y estoy casada, con dos niños pequeños. Trabajo a tiempo completo y mi esposo es un padre que se queda en casa.

Entre mi esposo y yo, tenemos una cantidad ridícula de deuda estudiantil que estamos pagando lentamente. Pero puedo ganar un dinero decente, el cual rinde bastante bien en Buffalo. Tenemos todo lo que necesitamos y más.

No somos ricos bajo ninguna medida y todavía tenemos que ahorrar para compras grandes, como vehículos y vacaciones. Pero cuando veo a las dificultades financieras que muchos de mis amigos con estudios universitarios enfrentan, a veces incluso en un hogar con dos ingresos, me siento muy afortunada.

Lograr el sueño no quiere decir necesariamente que uno se vuelve rico. Sólo significa que eres capaz de subir la escalera un poco.

Alcanzar el máximo potencial

Nombre: Kenny Vélez, 47 años

Ciudad de residencia: Lakeland, Fla.

Trabajo: Fisioterapeuta

Nací en Puerto Rico de un padre alcohólico y una madre encantadora. Ninguno de los dos tenía una educación de escuela preparatoria. Éramos muy pobres, pero todos los demás también, así que eso era normal.

Durante la escuela preparatoria y la universidad, solía trabajar en campos de piñas y en la construcción para ayudar con mi educación universitaria. Me gradué de la universidad en 1990 con una licenciatura en Terapia Física y me mudé a Lakeland, Florida, para trabajar en el hospital local. No sabía hablar inglés, pero eso no iba a detenerme.

Mi sueldo en el hospital era de 28,000 dólares, por lo que trabajaba en dos o tres empleos al mismo tiempo para salir adelante y para mantener a mi familia a flote.

Tuve la suerte de conocer a un banquero jubilado que me tomó bajo su protección y me dio mucha educación financiera. Leí varios libros financieros y aprendí mucho de manera autodidacta acerca de cuentas de jubilación, fondos de inversión, seguros, etc. Juntos, desarrollamos un plan financiero a largo plazo, y mi esposa y yo nos apegamos a él durante 24 años.

Mi mujer sigue trabajando en su educación, y ahora es una avanzada enfermera registrada practicante. Yo soy supervisor en el hospital.

Ahora vivimos en nuestra segunda casa y tenemos un patrimonio neto de más de 1 millón de dólares. Los dos tenemos grandes carreras, una deuda mínima y esperamos una jubilación cómoda.

Pero nuestro mayor orgullo es nuestra hija de 19 años de edad, quien fue la mejor alumna de su clase el año pasado y ahora está en la Universidad de Florida, estudiando los cursos propedéuticos de Medicina.

Éste es el mejor país del mundo, y es bueno saber que nuestra hija no tendrá que trabajar en un campo de piñas para pagar su educación universitaria.

Poder pagar las cuentas

Nombre: Sharon Vice, 37 años

Ciudad de residencia: Tallahassee, Florida.

Empleo: Contadora

El sueño americano para mí consiste en ser capaz de pagar cómodamente las facturas, tomar vacaciones, poseer una casa y sentirme bien acerca de la jubilación.

Sí, siento que he alcanzado esto. Pero no fue fácil... en absoluto.

Mis padres no tenían mucho. No ahorraron nada para mi universidad, yo pagué mi educación trabajando mientras estudiaba. Sabía que si quería hacer algo con mi vida, un título universitario ayudaría.

Yo era diligente acerca de no dejar que los gastos superaran a mis ingresos. Aún soy así. El no ser materialista ayuda.

¿Soy financieramente rica? ¡No! Sigo trabajando duro al igual que mi esposo. Pero me siento cómoda y feliz. No gano un ingreso de seis cifras, pero mi esposo y yo podemos pagar las cuentas y algo más. No tengo ninguna deuda que no sea la hipoteca de una casa de 4 dormitorios en un vecindario muy bueno.

Podemos llevar a nuestra familia a unas vacaciones agradables: a las Cascadas del Niágara este verano y a México esta Navidad. Y gracias al ahorro constante, incluso a través del más temible de los tiempos financieros, mis ahorros para el retiro lucen fantásticos.

Tengo que señalar, la vida no se trata sólo del dinero. Estar contento con lo que tienes sirve de mucho para contribuir a tu felicidad.

Alcanzar metas

Nombre: Richard Hunt, 56 años

Ciudad de residencia: Yarmouth, Maine

Empleo: Ejecutivo de distribución de alimentos

No hay ninguna magia o misterio acerca de este “esquivo” sueño americano. ¡Todo es cuestión de desearlo más que el vecino de al lado!

Yo crecí en una granja lechera de quinta generación en el estado de Connecticut. Desde los 12 años, trabajar entre 40 y 50 horas a la semana (antes y después de la escuela) era la norma.

Pero la ética del trabajo que vi en mi padre y en mi abuelo se convirtió en parte de mi “tejido”. Cuando apenas comenzaba la preparatoria, mi padre sufrió una lesión en la espalda que lo obligó a vender la granja. Tomé un trabajo de tiempo completo en el supermercado local y trabajaba a tiempo parcial en la granja del vecino.

Fue en la tienda de comestibles que la luz se encendió. Obtuve un título de dos años de una escuela de agricultura del estado de Vermont, mientras trabajaba a tiempo completo. Después de la graduación, comencé a trabajar durante el día en la granja del vecino y durante las noches en un nuevo y lujoso complejo de conferencias.

Comencé a trabajar “gratis” en el hotel en mi día libre para conocer otras partes de la operación. Tres años más tarde, era el gerente de operaciones más joven de la empresa, al supervisar cinco departamentos. A los 24 años, me convertí en gerente general de un importante hotel en el centro de Connecticut.

Avancemos 30 años en el tiempo: Ahora dirijo un negocio de distribución de alimentos que cubre Nueva Inglaterra, Nueva York y Nueva Jersey. Lo que me motivó para llegar allí fue tener un objetivo claro en mente. Tienes que mirar los pasos en el camino y estar preparado para dar el siguiente paso.

El sueño americano está desapareciendo debido a la falta de comprensión de lo que se necesita para lograrlo. Desde que tenía 11 años, mi hijo ha criado gallinas y dirige una “ruta del huevo”, además de vender huevos en la escuela local. Él hace esto mientras sus amigos están jugando videojuegos.

Ser financieramente independiente

Nombre: Monty Campbell, 48 años

Ciudad de residencia: Houston, Texas

Empleo: Vendedor de tecnologías de la información jubilado

Para mí, el sueño americano se trata de ser financieramente independiente. Se trata de tener opciones que el dinero puede aportar.

Yo era uno de cinco hijos de una familia de bajos ingresos en Louisiana. Ninguno de mis padres terminó la escuela preparatoria, y el dinero siempre fue escaso. Como la mayoría de los niños de nuestra comunidad, me fui a trabajar a los campos de soya a los 13 años para tener dinero para los gastos diarios.

Ese trabajo me hizo querer una vida mejor. Sabía que iba a requerir dinero para poder salirme de eso. Conseguí un préstamo estudiantil, y trabajé en la escuela. Y luego conseguí otro trabajo y pagué mis préstamos estudiantiles.

Leí todo lo que pude sobre cómo hacer e invertir dinero. Lo que hice fue estudiar a Warren Buffett, y simplemente lo copié descaradamente.

Ahorraba al menos la mitad, si no es que más, de mis ingresos de cada mes. Ésa fue la parte difícil. Cada vez que pensaba en comprar la siguiente cosa llamativa y mantenerme al día con los vecinos, me preguntaba, ¿acaso eso me acerca a ser independiente?

Debes tomar esos ahorros y convertirlos en capital de inversión. La forma en que eso tenía más sentido para mí eran las acciones.

Ahora tengo 48 años, soy multimillonario y financieramente libre. He comenzado un blog acerca de la libertad financiera.

No me volví rico rápidamente o a través de ningún esquema astuto. Fue trabajo duro, principios simples y mucha disciplina.

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