México está preparado para enfrentar al ébola: Gobierno
La llegada a Estados Unidos del virus del Ébola puso en alerta al Gobierno de México, ya que además de los casos de infección que pudieran presentarse, se corre el riesgo de padecer pérdidas económicas .
La muerte en Texas, estado fronterizo, de un paciente infectado centró la atención en los efectos que podría tener el brote en el país. Aunque no hay estimaciones claras del efecto económico, México cuenta con un ejemplo cercano de lo que una epidemia puede provocar, el H1N1.
¿México está preparado?
En México se han implementado acciones de vigilancia epidemiológica, de difusión de información en aeropuertos y preparación de la respuesta ante un posible caso de infección, según la Dirección General de Epidemiología (DGE), dependiente de la Secretaría de Salud federal.
“México y el mundo deben ocuparse de este tema. Somos del grupo de países que no tenemos el problema, lo que no significa que estemos abstraídos de lo que está sucediendo”, dijo en entrevista para CNNExpansión el titular de la DGE, Cuitláhuac Ruiz.
Aseguró que en el Instituto de Diagnóstico y Referencia Epidemiológicos cuentan con instalaciones de un laboratorio de biotecnología nivel tres, y que el Instituto Nacional de Nutrición y el Instituto Nacional de Rehabilitación serán los centros de respuesta inmediata.
“El sistema de vigilancia epidemiológica es fuerte y si bien existe la posibilidad podemos decir que México está listo y está afinando sus protocolos para poder responder en cualquier caso”.
Adicionalmente, la Secretaría Salud ha dado capacitación a epidemiólogos, infectólogos, enfermeras, laboratoristas del Distrito Federal, Nuevo León, Jalisco, Quintana Roo, Baja California y Guanajuato, estados con aeropuertos con vuelos internacionales.
Hasta el momento no existe vacuna ni medicamento para revertir el virus del Ébola, la única forma de detener el contagio es la detección temprana y aislamiento de los pacientes.
“Hay un tratamiento paliativo, son medicamentos que disminuyen el dolor e hidratan, pero el propio sistema inmunológico debe eliminarla”, dijo el director Asociado de la carrera de biotecnología del Tec de Monterrey, Ciudad de México, Rodrigo Muñoz.
La Secretaría de Salud iniciará una estrategia de fortalecimiento de difusión de información preventiva en coordinación con el Instituto Nacional de Migración, la Secretaría de Relaciones Exteriores y con la Dirección General de Aeronáutica Civil.
“México tiene la capacidad e infraestructura para combatir al virus. En África se extendió por las deficiencias sanitarias e higiénicas, puede haber una propagación pero la posibilidad de un brote es lejana”, puntualizó el profesor en el Departamento de Epidemiología y Salud Pública de la Universidad Panamericana, Raúl Maldonado.
Mercados, atentos a la crisis
La epidemia de ébola ha provocado que las acciones de empresas farmacéuticas que fabrican vacunas y tratamientos para combatirla, así como algunos commodities como el cacao, operen con gran volatilidad.
“Veo inestabilidad por el tema del ébola, sobre todo si hay mayores contagios en Europa y Estados Unidos”, dijo el director de Grupo Consultoría, Mercados y Derivados, Irving Cortés.
En este escenario destacan las acciones de las farmacéuticas Sarepta, Newlink Genetics o Tekmira, cuyos precios han subido entre 5% y 25% en los últimos días.
El antecedente
En 2009, el virus AH1N1 dejó un impacto de 1% del Producto Interno Bruto (PIB), según estimaciones de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL).
El primer caso confirmado de AH1N1 se produjo el 11 de marzo de 2009 y en tan solo tres meses el número total de casos sospechosos sumó 80,600, de los cuales poco más de 17,000 fueron confirmados y de ellos 7,974 requirieron hospitalización.
En el caso del ébola, los últimos datos al 8 de octubre arrojan un saldo de 3,439 muertos en los tres países más afectados -Guinea, Liberia y Sierra Leona- y se estima que el impacto financiero regional a dos años podría alcanzar los 32,600 millones de dólares (mdd), según un reporte del Banco Mundial.
Además del sufrimiento humano que provocan las pandemias, éstas causan reacciones de pánico, desorganizan la estructura social y económica y pueden dificultar el desarrollo de las comunidades afectadas, advierte la Organización Mundial de Salud (OMS).
