La epidemia de la obesidad ha crecido tanto que ya no puede ignorarse. Un nuevo informe de McKinsey estima que la obesidad le cuesta a la economía mundial 2 billones de dólares cada año. Eso hace que sea casi tan perjudicial como los conflictos armados o el tabaco, de acuerdo con los consultores.
Más de 2,000 millones de personas -o casi el 30% de la población mundial- sufren actualmente
, y se espera que el problema empeore.Con base en las tendencias actuales, casi la mitad de los adultos del mundo tendrá sobrepeso u obesidad para el año 2030.
“La obesidad, que debería ser evitable, ahora es responsable de aproximadamente el 5% de todas las muertes a nivel mundial”, señaló el informe.
El tabaquismo es considerado la carga antropogénica más costosa para la economía con un costo de 2.1 billones de dólares, seguido de cerca por los conflictos armados.
El daño causado por la obesidad proviene principalmente de la pérdida de productividad debido a la discapacidad y la muerte prematura, y los mayores costos de atención sanitaria.
¿Qué debe hacerse?
Entre las opciones, los gobiernos pueden rediseñar las ciudades para fomentar el uso de la bicicleta o subvencionar las comidas saludables en las escuelas. Ambas medidas generarían un buen retorno de su inversión.
Pero los gigantes de la comida rápida también tienen que hacer su parte, modificando los menús de sus restaurantes. Aunque es mucho más fácil decirlo que hacerlo.
bajas en calorías de la mayoría de sus restaurantes debido a que el producto había demostrado ser menos popular de lo que esperaba.
Burger King publicitaba esas papas, las Satisfries, con 40% menos grasa y 30% menos calorías que las papas fritas de McDonald’s.