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El petróleo barato, ¿reflejo de la crisis de 2008?

Si la caída del energético obedece a la demanda, el impacto en las acciones será menor; sin embargo, si es causado por la debilidad de Europa o China, éste podría ser mayúsculo.
jue 15 enero 2015 06:02 AM
México es el tercer proveedor de petróleo a Estados Unidos, sólo detrás de Canadá y Arabia Saudita. (Foto: iStock by Getty Images. )
petroleo (Foto: iStock by Getty Images.)

Últimamente, el mercado de valores está haciendo su mejor imitación de una pelota que rebota, y todos están culpando al petróleo.

Pero echemos un vistazo a la historia. La caída de precios en las materias primas a menudo ha generado un alza en las acciones, no una baja.

Tomando prestado el eslogan de mercadotecnia de Las Vegas, lo que sucede en el sector petrolero se queda en el sector petrolero.

Los precios baratos del crudo y la gasolina no tienen que afectar negativamente al resto del mercado o a la economía en general.

El petróleo cayó durante el mercado alcista más largo en la historia

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Hubo un gran exceso de petróleo a principios y mediados de la década de 1980. Cuando la burbuja energética explotó y los precios cayeron posteriormente, fueron malas noticias para Texas.

Pero el resto de Estados Unidos se desempeñó muy bien. El Producto Interno Bruto de la nación se elevó 3.5% ese año, de acuerdo con cifras del Banco Mundial.

El mercado de valores también ignoró la agitación en el sector petrolero. El S&P 500 subió casi 15% en 1986 y el Dow Jones ganó 23%; a pesar de que los precios del crudo se desplomaron más de 40%.

Lo mismo sucedió a finales de 1990, durante el apogeo del auge tecnológico. Los precios del petróleo se desplomaron 40%.

La caída repentina de los precios energéticos provocó varias grandes fusiones petroleras; más notablemente la compra de Amoco por parte de BP y la formación de Exxon Mobil.

Sin embargo, la mayoría de los inversionistas estaban demasiado ocupados persiguiendo nuevas acciones de Internet de altos rendimientos como Amazon, Yahoo y eBay como para darse cuenta. El Nasdaq subió 40% ese año. El crecimiento del PIB en el año 1999 fue de 4.5%.

Estas rachas alcistas del mercado y grandes saltos en el crecimiento económico tienen sentido.

Se supone que los precios baratos de la gasolina impulsan el gasto de los consumidore s. Y eso ayuda a elevar las ganancias de la mayoría de las empresas estadounidenses. Lo mismo ocurre con los menores costos que conlleva la disminución de los precios del petróleo.

¿Es esto una repetición de la Gran Recesión?

Pero aquí está el problema. Si los precios del petróleo caen demasiado y con demasiada rapidez debido a la menor demanda, eso es malo.

Eso es exactamente lo que ocurrió en 2008. El precio del petróleo alcanzó un máximo histórico de casi 150 dólares por barril ese verano. El precio promedio de la gasolina en todo el país alcanzó la impresionante cifra de 4.11 dólares por galón.

¿Recuerdas lo que pasó después? Lehman Brothers se declaró en quiebra. El sistema financiero casi implosionó y la tasa de desempleo se disparó.

El petróleo cayó a un mínimo de 32 dólares por barril a finales de 2008. Sin embargo, no recuerdo que nadie lo haya celebrado. Todos estábamos rezando porque nuestro trabajo estuviera seguro y que nuestros planes de retiro no perdieran todo su valor en un año.

Eso nos lleva a la actualidad. Si la caída de los precios del petróleo se relaciona más con el exceso de oferta (es decir, al auge del gas de esquisto en Estados Unidos, combinado con que la OPEP continua impulsando la producción) que a la muy poca demanda, entonces las acciones podrían mantenerse bien, como lo hicieron en la década de 1980 y a finales de 1990. El petróleo pronto podría repuntar un poco también.

Pero si el retroceso del petróleo es principalmente un reflejo del debilitamiento de las economías de Europa, China, Japón y América Latina, entonces eso podría dar lugar a comparaciones más desfavorables con el 2008.

Es demasiado pronto para saberlo. Y por eso es poco probable que los inversores nerviosos superen su obsesión con el petróleo en el corto plazo.

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