Regulaciones financieras débiles ‘salvan’ a HSBC

Las débiles regulaciones y los intereses de los grandes grupos económicos frenan los esfuerzos internacionales para evitar que un banco como HSBC enfrente cargos legales por supuestamente ayudar a los clientes a evadir sus obligaciones fiscales o mantener controles laxos que permitieron lavado de dinero.
“No hay interés en cambiar las reglas de juego para países beneficiados como Suiza, ni para la gente que se encuentra en la punta de la pirámide socioeconómica y que tienen sus recursos ahí”, dijo en entrevista el investigador del Centro de Estudios Espinosa Yglesias, Enrique Díaz Infante.
Para el experto, los esfuerzos de homologación que hacen organismos como la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) se topan con arbitrajes regulatorios locales que pueden fomentar la creación de paraísos fiscales.
“Uno de los valores que buscas tutelar en el sistema bancario es la estabilidad financiera. Te da miedo que si de repente le pegas a uno de los agentes económicos que tienen más del 10% de participación de mercado (en el caso de México), puedas generar un riesgo sistémico, una corrida de pánico.
“La estructura de mercado determina mucho la conducta de las autoridades que buscan no asustar o lastimar a los agentes con mayor participación por esta amenaza de una corrida de pánico. En Estados Unidos no pasa porque hay más actores y la autoridad es más fuerte”, indicó Díaz Infante.
Los bancos en Suiza históricamente han llamado la atención por su singular atractivo de extrema discreción, confidencialidad y anonimato para el cliente, lo que ha complicado la labor de las autoridades de otros países para combatir la evasión fiscal, aunque ha habido esfuerzos del Gobierno para relajar el secreto bancario.
En ese entorno, la filial de HSBC en Suiza presuntamente ayudó a clientes acaudalados, dictadores, artistas y deportistas a evadir impuestos, de acuerdo con reportes de prensa. Otros grandes bancos suizos como Credit Suisse han sido sancionados por lo mismo.
HSBC no ha dado respuesta a solicitudes de información formuladas por CNNExpansión.
Esta no es la primera vez que el banco británico se ve involucrado en un tema de supuestas violaciones de leyes y regulación. En 2012, el Senado de Estados Unidos exhibió en un informe los deficientes controles de la filial de la institución en México para evitar el lavado de dinero.
El banco pagó 1,920 millones de dólares (mdd) a través de un acuerdo que permitió zanjar la investigación, aunque el Departamento de Justicia podría reabrir el pacto a la luz de las nuevas acusaciones HSBC.
“No se pudo demostrar de que algunos de sus clientes usaban esto para lavar dinero, simplemente no se pudo comprobar un origen ilícito de los recursos. Lo que se le comprobó fue el no cumplir con los lineamientos de prevención y los trámites y formatos de verificación de datos de los clientes”, dijo el profesor de Finanzas en el Tecnológico de Monterrey, Oliver Ambía.
En ese entonces, la institución financiera expuso que los débiles controles antilavado provenían desde que adquirió a Banco Bital en 2002. Se trató de una respuesta similar a la que otorgó sobre su filial suiza apenas la semana pasada: HSBC dijo que su subsidiaria no había sido integrada por completo tras su compra en 1999, permitiendo que siguieran estándares de cumplimiento significativamente menores.
En México, HSBC recibió sanciones por 379 millones de pesos en 2012 por incumplir disposiciones relativas a la detección y reporte de operaciones inusuales. Aunque para los expertos, las multas financieras no son altas en algunos casos porque se tiene en cuenta el tamaño de los bancos. Mientras que el año pasado el Gobierno de Argentina presentó una denuncia por evasión fiscal y asociación ilícita contra el banco.