El escándalo en el sector bancario de Andorra
El sector bancario del principado de Andorra está en el ojo del huracán, y su primera víctima internacional es una filial española de la Banca Privada de Andorra (BPA), después de las acusaciones estadounidenses de blanqueo y vínculos con la mafia.
Uno de los altos directivos de la BPA, Joan Pau Miquel Prats, fue imputado y encarcelado este lunes por blanqueo y por tener relaciones con la mafia china.
Las autoridades de Andorra, un pequeño principado entre Francia y España, buscan garantizar la solvencia del país. Ante esta "situación extraordinaria", se tomaron diversas medidas con el objetivo de "preservar la plaza financiera andorrana", anunció a la prensa el ministro de Finanzas, Jordi Cinca.
En España, Banco Madrid, filial de BPA desde 2011, se declaró en suspensión de pagos a raíz del "fuerte deterioro de la situación financiera" como "consecuencia de las importantes retiradas de fondos de clientes que se han producido y de los últimos acontecimientos conocidos, que han afectado a su capacidad para hacer frente al cumplimiento puntual de sus obligaciones", informó el Banco de España, quien tomó el control de Banco Madrid desde el 10 de marzo.
Banco Madrid se especializa en la gestión de fortunas, cuenta con 15,000 clientes privados e institucionales en España, y administra de 6,000 millones de euros en activos.
Surge el pánico
En Andorra, donde BPA es administrada desde el 10 de marzo por tres personas nombradas por el Instituto Nacional Andorrano de Finanzas (INAF, el Tesoro), el pánico cundió este lunes entre los clientes.
Largas filas de personas furiosas trataron de retirar sus fondos y cerrar sus cuentas, constató la agencia AFP.
Pero el banco limitó los retiros a 2,500 euros por persona, por cuenta y por semana, confirmó Cinca.
Los accionistas, que representan el 82% del capital de la BPA, afirmaron este lunes en un comunicado que "no existe problema de solvencia" en el banco y que desean "encontrar las mejores soluciones en el más breve plazo". Para ello, junto con el INAF, piden una reunión con todo el sector bancario andorrano.
Cinca señaló la solvencia de los otros cuatro bancos del principado: Crédit Andorrà, Morabanc, Andbank et Banc Sabadell d’Andorra, y dijo que éstos cumplen todas las normas internacionales de intercambio de información.
El ministro recordó que desde que se firmaron las primeras convenciones de intercambio de informaciones fiscales en 2009, el Gobierno se comprometió a la transparencia y a la prevención del blanqueo, y agregó que el principado es regido por la regulación internacional.
El 13 de marzo, la agencias de calificación financiera Standard and Poor's y Fitch bajaron la nota de Andorra, respectivamente a BBB y B+, y le asignaron "vigilancia negativa".
Este escándalo se produce en momentos en que el país vivió elecciones legislativas hace dos semanas y está a la espera de la formación del nuevo Gobierno, el cual no se espera que cambie mucho debido que el partido de Antoni Marti conservó la mayoría absoluta en los comicios.
A principios de marzo, la Red contra delitos financieros (FinCEN), organismo dependiente del Departamento del Tesoro norteamericano, calificó a BPA de "entidad sometida a 'preocupación de primer orden' en materia de blanqueo de capitales".
"Altos dirigentes corruptos de BPA, así como controles contra el blanqueo demasiado laxos, transformaron a BPA en un intermediario fácil para quienes blanquean dinero con el objetivo de hacer pasar por el sistema financiero estadounidense los ingresos provenientes del crimen organizado, de la corrupción y del tráfico de seres humanos", señaló en un comunicado la directora de la FinCEN, Jennifer Shasky Calvery.
Además de España, la BPA está presente en Panamá, Luxemburgo, Suiza y Uruguay.
