Los millonarios en Zimbabue podrán comprar... un dólar

Los millonarios de Zimbabue están a punto de desaparecer.
El país del sur de África finalmente limpiará lo que queda de su moneda devaluada al ofrecer cambiar los depósitos bancarios o efectivo por tan sólo 35,000 cuatrillones de dólares zimbabuenses (quadrillion en inglés) por un dólar estadounidense.
Así es como se ve en dígitos:
1 dólar estadounidense = 35,000,000,000,000,000 dólares zimbabuenses.
Zimbabue abandonó su dinero en 2009 después de que la hiperinflación destruyera su valor. Muchas de las transacciones se han hecho desde entonces en dólares estadounidenses o rands sudafricanos.
Pero aún hay en circulación un pequeño número de dólares zimbabuenses virtualmente sin valor y el Banco Central está tratando de sacarlos del sistema. Los zimbabuenses tienen hasta el final de septiembre para cambiarlos.
“El decomiso de la moneda ha estado pendiente y sin resolver desde 2009”, dijo el banco en un comunicado.
Zimbabue se hundió en una crisis financiera después de que el presidente Robert Mugabe introdujo una política radical de distribución de tierras a finales de los 90 y principios de 2000. Al enfrentarse a los recortes crónicos de materia prima básica, el Banco Central continuó imprimiendo dinero para financiar el déficit presupuestario, provocando que los precios enloquezcan recientemente.
En el punto más alto de la crisis, los precios se duplicaban cada 24 horas.
Los economistas del Instituto Cato estiman que la inflación mensual llegó a 7,900,000,000% en 2008. No hay números oficiales; las autoridades se rindieron tratando de llevar el control.
El desempleo se disparó y los servicios públicos colapsaron. De acuerdo con el Banco Mundial, la economía se redujo casi 18% en 2008.
El dólar zimbabuense se reemplazó rápidamente con monedas extranjeras, primero extraoficialmente y luego como parte del esfuerzo gubernamental para contener la inflación y revivir la economía.
En un año, el país había regresado al crecimiento. El PIB de Zimbabue se elevó 3.2% en 2014, pero se espera que se desacelere este año.