Vladimir Putin, ¿el salvavidas de Grecia?

El mandatario ruso podría ser una opción para aliviar la crisis que padece el país europeo; el Gobierno griego se enfrenta a un posible default y una salida de la eurozona.
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Durante meses los planetas de la geopolítica se han movido, alineando a dos asuntos aparentemente separados.

Después de interminables negociaciones en Atenas, el endeudado Gobierno griego ha rechazado las demandas de sus acreedores europeos.

Ahora,

. Las charlas que tendrán con los funcionarios de finanzas europeos el próximo jueves serán decisivas.

El primer ministro griego, Alexis Tsipras, podría haber programado una reunión con el presidente ruso Vladimir Putin en San Petersburgo el viernes.

Mientras tanto, Moscú se enfrenta a otra fecha límite.

Los funcionarios europeos insisten en que esto deberá pasar, sin duda alguna.

Pero los 28 estados miembros de la UE deben votar a favor de que esta medida pase. Grecia tiene un voto. Las finanzas de Rusia están mejorando nuevamente. No es difícil entender la idea de cómo un acuerdo que quite las sanciones y alivie la deuda salga a flote.

Rusia y Grecia están unidos culturalmente y por la iglesia Ortodoxa, además por el comercio. Los turistas rusos visitan Grecia en grandes números cada año.

Actualmente, Rusia está prometiendo un retorno de los productos griegos como pescado, lácteos y carne a su mercado, mientras que Moscú pone barreras a las importaciones de comida de Estados Unidos como respuesta a las sanciones.

Un nuevo gasoducto ruso –que abrirá en diciembre de 2016– pasará por Grecia para suministrar a los usuarios de Europa oriental, generando cuotas de tránsito y energía barata para Atenas al mismo tiempo que permitirá que Rusia evite una ruta que pase por Ucrania.

 la posibilidad de un acuerdo entre Rusia y Grecia ha estado en el horizonte.

Este acuerdo parece poco realista, sobre todo porque la crisis económica de Rusia podría evitar que ayude a otros económicamente. Pero las finanzas de Moscú parecen estabilizarse –el Banco Central recortó las tasas de interés esta semana– y Rusia podría ser la última carta para Atenas, dijo un diplomático occidental.