China recorta de nuevo tasas para reanimar su economía

El ajuste del Banco Central anunciado el sábado es el cuarto desde noviembre pasado; la medida intenta apoyar a una economía cuya desaceleración se encamina a mínimos de 25 años.
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El Banco Central de China volvió a recortar sus tasas de interés de referencia en 25 puntos base hasta situarla en el 4.85% el sábado,

, en su intento por reducir los costos de financiación y apoyar una economía en desaceleración.

La entidad también redujo su tipo de depósitos en 25 puntos hasta el 2%, dijo en un comunicado en su página web, y añadió que la reducción entraría en vigor desde el domingo pasado.

La última vez que el banco emisor chino redujo sus tasas fue el 10 mayo. En aquella ocasión, bajó su tipo de interés de referencia en 25 puntos base hasta el 5.1% y el de depósitos en 25 puntos básicos hasta el 2.25%.

Presionado a la baja por una caída en el sector inmobiliario, una sobrecapacidad a nivel manufacturero y un problema de deuda local, está previsto que el crecimiento de

Aunque se esperaban más recortes de tipos ante la desaceleración de la economía, las medidas del sábado se producen después de que los mercados de valores en China hayan sufrido un descenso del 20% en las dos últimas semanas.

"Los recortes simultáneos en la tasas de interés y de requerimientos de reservas son una medida contundente, que indica que la presión a la baja sobre la economía es muy grande", dijo Xu Hongcai, economista del Centro Chino para Intercambios Económicos Internacionales (CCIEE), un centro de estudios con sede en Pekín.

"El ajuste de la política monetaria también ayudará a frenar las agudas fluctuaciones en el mercado accionario", agregó.

Economistas del Gobierno habían pedido recortar las tasas de interés para ayudar principalmente a bajar los costos de endeudamiento, aunque analistas del sector privado han reducido recientemente sus expectativas sobre el alivio monetario.

A pesar del recorte de las tasas, el costo real de los préstamos en China sigue siendo obstinadamente elevado, debido en parte a la inflación y a la reticencia de los bancos a aprobar tasas más bajas para sus clientes. Esto ha presionado aún más al sector manufacturero que lucha con una demanda tibia.