Publicidad

Síguenos en nuestras redes sociales:

Publicidad

El vicepresidente de la Fed ve un alza gradual en las tasas

Stanley Fischer prevé que una mayor inflación permitiría al banco central elevar sus instrumentos; pero no aclara si prefiere que el alza de tasas se dé en la reunión de septiembre de la Fed;
lun 31 agosto 2015 09:42 AM
El vicepresidente del Banco central estadounidense, Stanley Fischer, dijo que la caída del precio del petróleo y otros problemas se están disipando. (Foto: Reuters)
STANLEY FISCHER

La inflación en Estados Unidos probablemente se acelerará a medida que las presiones derivadas de la apreciación del dólar se disipen, lo que permitiría que la Reserva Federal (Fed) suba gradualmente sus tasas de interés , dijo este sábado el vicepresidente del Banco central estadounidense, Stanley Fischer.

El influyente funcionario de la Fed no dijo si preferiría que la entidad suba sus tasas desde los niveles cercanos a cero durante la reunión de política monetaria del 16 y 17 de septiembre próximo, aunque sus comentarios hechos este fin de semana, apuntaron a la posibilidad de que el Banco central estadounidense suba las tasas en septiembre, lo que hace subir a Wall Street este lunes, según Reuters.

No obstante, Fischer sostuvo este fin de semana que la presión a la baja en los precios por la apreciación del dólar, la caída del petróleo y la holgura en el mercado laboral estadounidense se están disipando.

La confianza cauta de Fischer, así como la del gobernador del Banco de Inglaterra, Mark Carney, quien habló en la conferencia junto a él, sugieren que al menos dos importantes Bancos centrales están inclinados a mirar más allá de una semana de turbulencia en los mercados financieros provocada por los temores de que la economía de China se esté desacelerando.

"Dada la aparente estabilidad en las expectativas de inflación, hay buenas razones para creer que la inflación se acelerará al tiempo que las fuerzas que la mantienen a la baja se disipen aún más", dijo Fischer en el marco de una conferencia de banqueros centrales en Jackson Hole, Wyoming.

"Con una inflación baja, probablemente podemos retirar la política expansiva a un ritmo gradual. Aún así, debido a que la política monetaria influye en la actividad real con un sustancial rezago , no deberíamos esperar a que la inflación vuelva al 2% para empezar los ajustes", agregó.

Publicidad

Bancos centrales y gobiernos de todo el mundo se preparan para la decisión de la Fed , que podría debilitar a las monedas extranjeras y poner aún más presión sobre los mercados emergentes, que ya se tambalean después de una ola liquidadora en los mercados bursátiles globales.

Al mismo tiempo, Fischer, Carney y otros funcionarios luchan con los bajos niveles de inflación a nivel mundial, reconociendo que el ritmo rápido de la globalización durante el último cuarto de siglo podría haber dificultado que un único país pueda acelerar la inflación.

"Hay profundas fuerzas desinflacionarias de largo plazo y cíclicas actuando en la economía global", dijo Carney, lo que dificulta que los bancos centrales en Londres, Washington y otras capitales logren las metas de inflación que han fijado como parte central de su política.

La Fed ha sostenido que desea tener una convicción razonable de que la inflación, que se ha mantenido por debajo de la meta del 2% durante algunos años, repuntará en el mediano plazo.

La recuperación de los precios podría estancarse sin embargo si una desaceleración en China y la caída de los precios de las materias primas presionan a la economía global.

"En este momento, estamos siguiendo  los sucesos en la economía china y sus efectos reales y potenciales en otras economías con más atención que lo habitual", dijo Fischer, un aliado cercano de la presidenta de la Fed, Janet Yellen.

La medición de la inflación preferida por la Fed cayó a 1.2% en julio, su nivel más bajo en más de cuatro años.

Fischer sostuvo que la apreciación del dólar durante el último año jugó un importante papel en el debilitamiento de la medición y que podría limitar el crecimiento del  Producto Interno Bruto de Estados Unidos durante el 2016 e incluso hacia 2017, mayor razón para "proceder con cautela" a la hora de subir las tasas, afirmó.

El viernes, Fischer realizó una aparición improvisada en televisión para decir que era demasiado pronto para decir si la Fed debería subir sus tasas de interés en septiembre por primera vez en casi una década.

Los mercados, alertas a cualquier señal sobre si los funcionarios están descartando un alza en septiembre , interpretaron los comentarios de Fischer como una indicio de que este año habría al menos un ajuste.

Si bien los Bancos centrales de China, Japón y Europa están expandiendo su estímulo monetario para luchar contra una deflación o impulsar el crecimiento, el Banco de Inglaterra, al igual que la Fed, está decidiendo cuándo iniciar un ajuste de política.

Carney dijo que una desaceleración en China podría presionar aún más a la inflación en Reino Unido, pero por el momento no cambia la postura del Banco central sobre cuándo y cómo podría subir sus tasas.

Economistas predicen que el Banco de Inglaterra posiblemente comenzará a subir sus tasas en el primer trimestre del próximo año.

"Es poco probable que los acontecimientos en China cambien el proceso de alzas de tasas de interés desde limitado gradual a infinitesimal e inerte", dijo Carney durante la conferencia, reiterando que la decisión de política del Banco de Inglaterra se haría más clara "cerca de fin de año".

“Estamos preparados para un alza de tasas en EU”: banqueros

Banqueros centrales de todo el mundo están diciendo a sus homólogos de la Fed que están preparados para un alza de tasas de interés y que preferirían que el organismo tomara la decisión sin más preámbulo.

Tanto en público como en privado en la conferencia de banqueros centrales que se desarrolló en Jackson Hole, el mensaje de autoridades fue que la Fed telegrafió un endurecimiento monetario inicial y, tras un alza del dólar que se prolonga por un año, los mercados financieros a nivel mundial están tan preparados como pudieran estar.

Los banqueros se reunieron al final de una semana volátil en los mercados en la que el promedio industrial Dow Jones se hundió en 1,000 puntos el lunes pasado ante las preocupaciones sobre una desaceleración económica en China, pero luego se recuperó para terminar la semana con ganancias.

Algunos culparon de la volatilidad a los comentarios de funcionarios de la Fed de que un alza de tasas se produciría a mediados de septiembre.

Pero para Agustín Carstens, gobernador del Banco central de México , un incremento de los fondos federales por parte de su vecino envía una alentadora señal de salud económica, incluso si eso obliga a su institución a subir también las tasas.

Pese a que Yao Yudong, funcionario del Banco Popular de China, culpó la semana pasada a la Fed por las turbulencias del mercado y dijo que un alza de las tasas debería ser retrasada, la mayoría de los banqueros centrales de mercados emergentes contactados por Reuters en Jackson Hole y en los últimos meses comparten la visión de Carstens.

Dinero Inteligente

Únete a Dinero Inteligente. El newsletter con consejos para cuidar tus finanzas.

Publicidad
Publicidad