La inflación en China baja su ritmo en septiembre

El índice de precios al consumidor crece 1.6% anual, menos a lo previsto y al dato del mes previo; aumenta la preocupación sobre las presiones deflacionarias en la segunda mayor economía del mundo.
chinos

La inflación al consumidor en China se enfrió más que lo esperado en septiembre, mientras que los precios al productor extendieron su caída a un cuadragésimo tercer mes consecutivo, lo que aumenta la preocupación sobre las presiones deflacionarias en la segunda mayor economía del mundo.

El índice de precios al consumidor (IPC) subió 1.6% en septiembre respecto al mismo mes del año previo, informó el miércoles la Oficina Nacional de Estadísticas, por debajo de las expectativas de un aumento de 1.8% y del alza de 2% registrada en agosto.

En una señal de debilidad en la demanda, el IPC que excluye los alimentos fue aún más apagado, con una tasa de expansión anual de 1% en septiembre, mostraron los datos oficiales.

El enfriamiento del IPC se debió principalmente a la alta base de comparación del año pasado, dijo Yu Qiumei, un funcionario de alto rango de la Oficina Nacional de Estadísticas, en un comunicado que acompaña a los datos.

El IPC subió 0.5% en una tasa intermensual en septiembre del 2014, en comparación con un crecimiento de 0.1% el mes pasado.

Reflejando las tensiones crecientes que afectan a las empresas chinas, desde la demanda débil al exceso de capacidad, los fabricantes continuaron recortando sus precios de venta para ganar negocios.

El índice de precios al productor (IPP) cayó 5.9% respecto al año previo, en línea con las expectativas y estable frente al descenso de agosto, cuando anotó su mayor baja desde la crisis financiera global de 2009.

"En general, el IPP todavía débil destaca el problema de exceso de capacidad y la demanda mustia de inversión doméstica", dijeron economistas de Nomura.

"Teniendo en cuenta las perspectivas de crecimiento mediocre, seguimos esperando un estímulo fiscal moderado por parte del Gobierno central y una flexibilización monetaria continua", agregaron.

Los débiles precios a la producción amenazan con erosionar las ganancias de las empresas y aumentar sus cargas de deuda, unas condiciones que analistas esperan que persistan durante el resto del año.