Luego de la fuga de Joaquín El Chapo Guzmán Loera, ocurrida el 11 de julio de 2015, el gobierno mexicano desplegó 9,630 elementos de seguridad para lograr su reaprehensión.
Datos oficiales del Gabinete de Seguridad Nacional precisan que 8,200 elementos son integrantes de la División de Seguridad Regional, 1,250 de la División de Fuerzas Federales y 180 de Grupos Especiales de la División de Gendarmería, corporaciones que forman parte de la Policía Federal.
Los elementos de seguridad realizaron labores de búsqueda y localización en aeropuertos, carreteras, autopistas federales, con alerta máxima en las 31 entidades del país y en el Distrito Federal. Además, realizaron operativos en hoteles, hospitales y funerarias para ubicar al famoso capo, que ha escapado ya dos veces de prisiones de máxima seguridad en el país.
Se establecieron, además, 101 filtros de revisión en la Ciudad de México y en los estados de Morelos, Hidalgo, Puebla, Guerrero, Aguascalientes, Tlaxcala, Colima, Guanajuato, Jalisco, Michoacán, Nayarit, Querétaro, Zacatecas, México, Durango, Sinaloa, Sonora, Chihuahua, Campeche, Chiapas y Veracruz.
Guzmán Loera fue aprehendido por tercera ocasión este viernes en la ciudad de Los Mochis, Sinaloa, y trasladado al penal federal de máxima seguridad del Altiplano,
a través de un túnel de 1.5 kilómetros que desembocaba en una casa en obra negra.Ese fue su segundo escape de una cárcel de máxima seguridad en México.
El primero ocurrió en enero de 2001, luego de estar casi ocho años tras las rejas, cuando huyó del penal de Puente Grande, en Jalisco, escondido dentro de un carro de lavandería, en contubernio con las autoridades penitenciarias.