Grupo Bimbo, fabricante global de productos de consumo, fue la única compañía mexicana evaluada por el Índice Global de Acceso a la Nutrición 2016 (ATNI, por sus siglas en inglés), que realiza la Fundación para el Acceso a la Nutrición y que analiza empresas de alimentos y bebidas que han realizado progresos en sus productos para la mejora en la dieta en sus consumidores.
ocupó el sexto lugar, mejorando su puntuación desde el año anterior de 3.0 a 3.6, siendo el diez la máxima puntuación con la que el Índice califica los compromisos sobre nutrición, prácticas y niveles de comunicación de información, de acuerdo con un comunicado de prensa.
La 22 empresas del ranking fueron seleccionadas de acuerdo a sus ingresos por ventas en cadenas de retail, dijo Inge Kauer a CNNExpansión, directora ejecutiva de la Fundación para el Acceso a la Nutrición.
Grupo Bimbo tuvo el mismo puesto en 2013, cuando se hizo por primera vez el índice, y luego perdió puestos para ahora volver a subir. En general, afirmó Kauer, la empresa ha mejorado. “Hemos visto que la compañía ha sido capaz de promover empaques pequeños para disminuir las calorías, y eso era muy diferente en 2013. También hemos visto que está más comprometido en promover productos saludables y más accesibles”.
Otras empresas de consumo que subieron de puesto fueron la estadounidense Mars, que subió del puesto 16 al 5, y la holandesa FrieslandCampina, que pasó del 19 en 2013 al 8 este año.
Ninguna empresa alcanzó una puntuación superior a los 6.4.
Las compañías Unilever, Nestlé y Danone realizaron “más que las demás”, según el estudio, por integrar en sus modelos de negocio productos más saludables, como alimentos y bebidas con niveles más bajos de azúcar, sal y grasas.
“Debido al alcance mundial de sus productos, las compañías de alimentos y bebidas desempeñan una función crítica al ayudar a abordar la creciente crisis de salud mundial provocada por la mala alimentación”, señaló Kauer. El Índice de Acceso a la Nutrición, explicó, se basa en la premisa de que las compañías pueden, y deben, trabajar junto con los gobiernos, las organizaciones internacionales y la sociedad civil para abordar la creciente 'doble carga' de la desnutrición y la obesidad.