Clinton vs Sanders: La batalla por la clase media
“Protector de la clase media” es un título que tanto Hillary Clinton como Bernie Sanders quieren reclamar.
Defender a las familias de clase trabajadora y de clase media es fundamental para las campañas de ambos candidatos, aunque Sanders ha sido más elocuente acerca de su compromiso de luchar contra la desigualdad de ingresos.
Los rivales tienen propuestas similares: ambos quieren aumentar el salario mínimo, reducir el costo de las universidades y la carga de los préstamos estudiantiles, garantizar la licencia familiar pagada e invertir en infraestructura para crear empleos bien remunerados. Y ambos quieren que las corporaciones ricas y grandes paguen por ello, o por lo menos la mayor parte.
La batalla entre los candidatos presidenciales demócratas se calentó esta semana, cuando Clinton retó a Sanders a demostrar que su extensa lista de deseos —que incluye Medicare para todos, matrícula universitaria gratuita, licencia familiar pagada y otros programas— no aumentará la recaudación del impuestos entre la clase media. En particular, la campaña de Clinton quiere que Sanders detalle cómo pagará su plan de salud, al argumentar que una propuesta similar que él presentó ante el Congreso en 2013 habría aumentado los impuestos sobre la clase media en 9%.
Clinton elevó aun más la apuesta, al repetir su promesa de no aumentar los impuestos a la clase media para pagar sus programas. Su umbral de ingresos para ese grupo es de 200,000 dólares para contribuyentes solteros y de 250,000 dólares para las parejas.
“Tenemos que dar a las familias de clase media un respiro, no un aumento de impuestos. Lo último que deberíamos hacer es aumentar los impuestos a la clase media”, dijo el miércoles Jake Sullivan, asesor principal de políticas de la campaña de Clinton.
Sanders respondió mediante la emisión de un comunicado de prensa detallando cómo iba a pagar por sus propuestas “para reconstruir la clase media”. No incluyó el seguro de salud en la lista, pero recordó que Clinton alguna vez apoyó sus ideas.
La escaramuza sobre los impuestos de la clase media comenzó el otoño pasado, cuando Clinton destacó por primera vez los contrastes entre la propuesta fiscal de Sanders y la suya. El principal problema: la disposición del senador de Vermont para aumentar los impuestos de nómina semanales en 1.61 dólares para el trabajador típico, con el fin de costear 12 semanas de licencia médica y familiar.
Cuando Clinton se comprometió a no aumentar los impuestos a las familias que ganan menos de 200,000 dólares en el debate demócrata del mes pasado, Sanders replicó que la licencia familiar pagada es una buena inversión.
“Ella está en desacuerdo con el FDR (Franklin D. Roosevelt) sobre la Seguridad Social, LBJ (Lyndon B. Johnson) en Medicare y con la gran mayoría de los demócratas progresistas en la Cámara y en el Senado que hoy están luchando para poner fin a la desgracia de que Estados Unidos es el único gran país en la Tierra que no proporciona licencia familiar pagada y licencia (por incapacidad) médica”, dijo.