Crisis de refugiados y ‘Brexit’ amenazan a Europa
El destino de Europa podría decidirse en los próximos dos meses.
Esa es la dura advertencia por parte de los líderes de la Unión Europea (UE), quienes enfrentan la peor crisis de refugiados del mundo en 70 años y la perspectiva de que Gran Bretaña decida separarse.
Más de un millón de inmigrantes y refugiados llegaron a Europa en 2015, acercando al punto de ruptura a su sistema de fronteras interiores abiertas.
Las llegadas ya superan por mucho los niveles registrados hace un año, y probablemente exploten de nuevo pronto.
El primer ministro holandés, Mark Rutte, al hablar en el Foro Económico Mundial en Davos, dijo que 35,000 personas habían cruzado el mar de Turquía a Grecia en las tres primeras semanas de 2016.
“Cuando llegue la primavera, los números se cuadruplicarán. Ya no podemos lidiar con esos números”, dijo Rutte. “Necesitamos recuperar el control de este tema en las próximas 6 a 8 semanas”.
Según el acuerdo de Schengen, que data de hace 30 años, 400 millones de habitantes, además de muchos ciudadanos no comunitarios, hombres y mujeres de negocios, y turistas pueden viajar libremente a través de miles de kilómetros desde la frontera rusa hasta la costa atlántica de Francia o Portugal.
Pero la afluencia de refugiados, y los ataques terroristas del año pasado en París, han puesto el sistema de los viajes sin pasaporte bajo una tensión sin precedentes. Si colapsa, se perderán empleos y el crecimiento se verá afectado. Y uno de los principios fundamentales de la integración europea —la libre circulación de personas— se perdería.
“(El acuerdo de) Schengen es crucial, una gran cantidad de nuestra riqueza y potencial económico tiene que ver con nuestras fronteras abiertas”, dijo Rutte. “Nadie quiere deshacerse de Schengen. Yo creo que podemos salvar Schengen si recuperamos el control en las próximas 6 a 8 semanas”.
Eso significa reforzar las fronteras exteriores de Europa, compartiendo la carga de manera más equitativa entre los Estados miembros, pero también abordar el problema en su fuente: encontrar una solución a la crisis siria y ayudar a reconstruir los países devastados por la guerra en Medio Oriente y África.
El ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schaeuble, dijo que esas regiones necesitan algo similar al Plan Marshall que financió la reconstrucción de Europa Occidental después de la Segunda Guerra Mundial.
"Lo más importante es invertir miles de millones en aquellas regiones desde las que llegan los refugiados, para reducir la presión sobre las fronteras exteriores”, dijo. “La presión tiene que ser reducida, y eso va a costar mucho más a los europeos de lo que pensábamos”.
Europa está luchando por resolver esto mientras trata de acordar reformas que persuadan a los británicos a votar para seguir formando parte del bloque.
El primer ministro francés Manuel Valls dijo que el voto del Reino Unido sobre la cuestión de la adhesión a la UE no podría haber llegado en un peor momento. Una cumbre de líderes de la UE el próximo mes podría ser crucial para determinar en qué dirección será el voto.
“Hubiera sido un error histórico, mortal, haber dejado que Grecia abandonara la zona euro. En la situación actual, ver salir al Reino Unido sería una tragedia”, dijo.
“Nada puede ser peor que ver a un estado miembro salir, porque sería una señal para los demás y simplemente allanaría el camino para más populismo”.