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La migración forzada, una tragedia humana: papa

Francisco dijo que frente a vacíos legales se tiende una red que atrapa y destruye a los más pobres; pide un alto a la muerte y explotación, ya que muchos migrantes son fruto del tráfico humano.
mié 17 febrero 2016 05:56 PM
El papa Francisco visitó este miércoles un lugar emblemático en la frontera de México con Estados Unidos. (Foto: AFP )
El papa Francisco visitó este miércoles un lugar emblemático El papa Francisco visitó este miércoles un lugar emblemático en la frontera de México con Estados Unidos. /

La migración forzada se ha convertido en una tragedia humana causada por la pobreza, la violencia, el narcotráfico y el crimen organizado, aseguró este miércoles el papa Francisco al oficiar una misa en el recinto ferial de Ciudad Juárez, Chihuahua, a unos pasos de la frontera con Estados Unidos.

“Frente a tantos vacíos legales, se tiende una red que atrapa y destruye siempre a los más pobres; no solo sufren la pobreza, sino que además tienen que sufrir todas estas formas de violencia e injusticia que se radicaliza en los jóvenes, ellos, carne de cañón, son perseguidos y amenazados cuando tratan de salir de la espiral de violencia y del infierno de las drogas, y qué decir de las mujeres que han sido asesinadas”, aseguró el pontífice.

El jerarca católico expresó que en Ciudad Juárez, como en otras zonas fronterizas, se concentran miles de migrantes mexicanos, de Centroamérica y otros, que sufren “terribles injusticias”.

“Los migrantes son esclavizados, secuestrados, extorsionados, muchos hermanos nuestros son fruto del negocio de tráfico humano, de la trata de personas; no podemos negar la crisis humanitaria que en los últimos años ha significado la migración de miles de personas por tren, por carretera o a pie, atravesando cientos de kilómetros por montañas, desiertos”, mencionó el líder de la Iglesia católica.

Ante esta realidad, Francisco pidió un alto a la muerte y explotación, ya que siempre hay una salida para apostar por la conversión.

“Siempre hay tiempo de implorar la misericordia del padre, hay signos que se vuelven luz en el camino y anuncio de salvación, sé del trabajo de tantas organizaciones a favor de los derechos de los migrantes, sé del trabajo comprometido de tantas hermanas que se la juegan en el acompañamiento y la defensa de la vida”, reconoció el papa.

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El jerarca católico agradeció la presencia de miles de personas que se reunieron en el estadio de la Universidad de Texas en El Paso, fronteriza con Ciudad Juárez, para escucharlo oficiar la misa; este gesto mostró, según Francisco, que “ninguna frontera podrá impedirnos compartir” el amor de Dios.

México, una sorpresa

El líder de la Iglesia católica dirigió un mensaje de despedida a los asistentes al recinto ferial de Ciudad Juárez, asegurando México es una sorpresa.

“Me he sentido acogido, recibido por el cariño, la fiesta, la esperanza de esta gran familia mexicana, gracias por haberme abierto las puertas de sus vidas, de su nación”, dijo Francisco.

El pontífice citó a un poema del único mexicano Nobel de literatura, Octavio Paz, para describir como se sintió deletreado en México por la presencia misteriosa de Dios, que se volvió carne concreta en todas las personas, especialmente las más pobres y necesitadas del país.

“La noche nos puede parecer enorme y muy oscura, pero en estos días he podido constatar que en el pueblo de México existen muchas luces que albergan esperanza, he visto el rostro de Dios que sigue caminando en esta tierra, guiándolos y sosteniéndolos en la esperanza”, comentó Francisco.

 

Finalmente, el papa le pidió a las personas que cuiden y amen a sus hijos, “esos chicos son los profetas del mañana, son signo de un nuevo amanecer”.

¿Qué quiere dejar México a sus hijos?

Por la mañana, Francisco advirtió contra la explotación en los lugares de trabajo al dirigirse a trabajadores y empresarios en el gimnasio del Colegio de Bachilleres en Ciudad Juárez.

"La mejor inversión es crear oportunidades", dijo el pontífice. "El flujo de capital no puede determinar el flujo y la vida de las personas".

"¿Qué quiere dejar México a sus hijos?", cuestionó a los asistentes. "¿Memoria de explotación, salarios insuficientes, acoso laboral, tráfico y esclavización?".

Por la mañana, el jerarca católico asistió al Centro de Readaptación Social (Cereso) número 3, en Ciudad Juárez, donde advirtió que es necesario crear "un sistema de salud social" para evitar que las personas cometan delitos. 

"La reinserción no comienza acá en estas paredes, comienza antes, en las calles de la ciudad. La reinserción o rehabilitación, como le llaman, comienza creando un sistema que podríamos llamar de salud social, una sociedad para no enfermar, empezando por no contaminar las relaciones en la barrio, en las escuelas, en las plazas, en todos lso centros sociales", dijo el pontífice ante 700 presos.

"La reinserción social comienza insertando a todos los hijos en las escuelas y a todas las familias en el trabajo", así como con espacios públicos, indicó.

Francisco les recordó a los internos que "sufren el dolor de la caída" que deben buscar un sentido a su vida, en lugar de justificar los motivos por los cuales se encuentran en prisión. "Ayuden a frenar el círculo de la violencia y la exclusión", pidió.

El pontífice fue recibido en la ciudad fronteriza  por el gobernador de Chihuahua César Duarte, el obispo de la Diócesis de Ciudad Juárez y el secretario de Energía Pedro Joaquín Coldwell, entre otros funcionarios, alrededor de las 10:00 horas (local) antes de iniciar el recorrido de su sexto día de gira por territorio mexicano.

Se espera que Francisco se pronuncie sobre temas migratorios y visite un Centro de Readaptación Social, donde se entrevistará con reos y sus familiares hasta las 11:30 horas tiempo del centro de México, antes de dirigirse a un encuentro con el Mundo del Trabajo.

Francisco abandonó la capital del país, donde durmió durante su estancia en el país, minutos antes de las 9:00 horas. Fue despedido por el jefe de gobierno capitalino, Miguel Ángel Mancera, y la canciller Claudia Ruiz Massieu en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM).

Leer: El papa en la frontera norte, entre violencia y migración

A partir de las 13:00 horas, Francisco tendrá un encuentro de una hora con el Mundo del Trabajo en el Colegio de Bachilleres de Chihuahua. A las 13:15 llegará al Seminario Diocesano, donde permanecerá por dos horas.

La última actividad pública en la agenda de Francisco está programada a las 16:00 horas (local) con una misa ante migrantes y víctimas del crimen en el área de la feria de Ciudad Juárez.

Los traslados entre todos estos puntos serán en auto descubierto, es decir, en el tradicional papamóvil.

El papa abordará el vuelo de Aeroméxico que lo trasladará desde el aeropuerto de la Ciudad Juárez hasta Roma, Italia. El avión despegará a las 19:15 horas.

La visita pastoral

El líder de la Iglesia católica estuvo en el país seis días, en los que convivió con políticos en actos protocalarios, grupos vulnerables en hospitales y actos públicos, y con los fieles que lo esperaron cada día por la mañana y en la noche afuera de la nunciatura, a quienes pedía "recen por mí".

Francisco, “el papa de los pobres” —como le llamaron en Chiapas— hizo varios llamados a la Iglesia católica mexicana a evitar caer en la resignación , “convertirse en empleados de Dios”.

También pidió a los jóvenes alejarse del crimen organizado  como una forma de vida; abrazó a familias mexicanas  monoparentales y las divorciadas.

A los políticos en Palacio Nacional , les recordó trabajar para ofrecer "a todos los ciudadanos la oportunidad de ser dignos actores de su propio destino".

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