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¿Funcionará la última ‘bazuca’ del Banco Central Europeo?

Analistas dudan que la intensificación de los estímulos apoyen de manera sostenida a la economía; piden medidas extra, pero que están fuera del alcance de la política monetaria.
lun 14 marzo 2016 04:04 AM
El BCE, presidido por Mario Draghi, planea gastar 66,740 mdd al mes en la compra de bonos soberanos. (Foto: Reuters )
mariodraghi

Las más recientes  medidas de estímulo que instauró el Banco Central Europeo (BCE)  tendrán un impacto positivo en la economía y los precios de la eurozona, aunque para alcanzar un crecimiento sostenido se requiere de la implementación de reformas estructurales en los países del bloque monetario, así como la participación de la política fiscal, advierten expertos.

“Serán suficientes en el sentido de que la recuperación continúe e incluso gane algo de impulso en los siguientes trimestres”, dijo en entrevista Ben May, analista de la firma Oxford Economics, con sede en Londres.

“El BCE puede hacer más por sí mismo, pero sí puede, en efecto, garantizar que la eurozona continúe creciendo y que la inflación alcance la meta, es posiblemente otro tema”.

El propio BCE abordó ese otro tema en la conferencia de prensa del pasado jueves al anunciar las medidas de política monetaria.

“Considerando la continuidad de un alto grado de desempleo estructural y un bajo crecimiento del producto potencial, la actual recuperación cíclica debería verse apoyada por medidas estructurales”, dijo el titular del BCE, Mario Draghi.

“Las políticas fiscales deberían apoyar la recuperación económica, observando las normas fiscales de la Unión Europea”, agregó.

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Analistas de Wells Fargo destacaron que la declaración es un llamado de atención a los gobiernos europeos para que implementen medidas que vayan de la mano de la política monetaria. 

“En nuestra visión, está mandando señales a los políticos europeos que no pueden solo sentarse mientras el BCE hace el trabajo pesado. Los políticos tienen que tomar decisiones difíciles sobre reformas estructurales y una expansión fiscal”, señalaron en un reporte. 

El jueves de la semana pasada, la entidad monetaria que dirige Mario Draghi instauró una serie de medidas para impulsar a la economía y abatir el riesgo de deflación: recortó la tasa de referencia a 0%, profundizó la tasa de depósitos en terreno negativo en -0.40% y amplió el programa de compra de deuda a 80,000 millones de euros mensuales, así como la lista de activos elegibles para ese plan.

También redujo a 0.25% la tasa de interés marginal, la que utilizan los bancos para tomar prestado dinero al BCE en un día, y anunció nuevas rondas de liquidez para la banca.

Hay preocupaciones sobre qué tan útiles pueden ser estas medidas , particularmente en un ambiente de estrés global, si la gente está preocupada por un freno en China y otros bancos centrales dan señales de que serán menos agresivos”, agregó el experto de Oxford Economics.

Dolores Ramón, analista de Ve por Más, destacó que en enero del año pasado, cuando se anunció originalmente el plan de compra de bonos por 60,000 millones de euros, sí hubo un impacto positivo en los precios.

“Los precios al consumidor comenzaron a mostrar un mejor comportamiento. Luego se vino el temor de desaceleración por parte de China, por lo que sí tuvieron un impacto muy directo y esto afectó a la inflación, los precios de las materias primas cayeron y volvió a aumentar el riesgo de deflación”, dijo la experta.

Sin embargo, la inflación sigue siendo un dolor de cabeza para el BCE, que tiene un objetivo de 2%. En enero de este año, los precios se ubicaron en 0.3% anual, con los energéticos como el mayor lastre al registrar un descenso de 5.4%.

Por su parte, la economía de la eurozona se expandió 1.5% en el último trimestre de 2015. En su momento, los economistas señalaron que este ritmo de crecimiento no es suficiente para generar presión inflacionaria que eleve los precios al objetivo del BCE. Un periodo largo de deflación provoca pérdidas en las empresas y por consiguiente una crisis económica.

Analistas destacan que pese a las dudas, las medidas del BCE han evitado que la eurozona caiga en otra recesión.

“La economía se expande pero a una tasa moderada y la inflación no ha mostrado signos de moverse más arriba. ¿Las políticas del BCE han sido un colchón que previene que la economía esté en otra recesión? Sin duda”, dijo Wells Fargo.

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