¿Por qué Brasil está tan agitado?
Estas cosas no se pueden inventar.
Una presidenta actual protege a un expresidente de una investigación al nombrarlo en su gabinete. Luego, un juez anula el nombramiento.
Multimillonarios, ejecutivos corporativos y políticos son encarcelados en un enorme escándalo de corrupción. Enormes protestas piden la destitución de la presidenta, Dilma Rousseff. Ah, y la economía se está hundiendo, mientras que su mercado de valores se ha disparado.
Esa es la historia de Brasil.
Alguna vez un actor económico destacado, Brasil está ahora en una profunda recesión, provocada por el colosal escándalo de corrupción en Petrobras, la petrolera estatal, y por un fuerte declive en los precios de las materias primas.
El desempleo está aumentando, la inflación se ha incrementado en dos dígitos y la moneda perdió 32% de su valor el año pasado. Al mismo tiempo, las acciones brasileñas están subiendo por la esperanza de que Rousseff sea destituida, dando paso a un régimen más favorable para los inversores.
Han sido un par de semanas revueltas para el país más grande de América del Sur. Si apenas estás poniéndote al día, he aquí algunas fechas clave.
Jueves 3 de marzo:
Los funcionarios anuncian que Brasil está en su peor recesión en 25 años. Es la recesión más larga desde la década de 1930.
Viernes 4 de marzo:
La policía detiene al extremadamente popular expresidente Luiz Inácio Lula da Silva y lo interroga durante horas, argumentando que estuvo involucrado en el escándalo de corrupción que ha envuelto a Petrobras. La policía también allana su casa, pero no lo arresta.
“Lula”, como se le conoce ampliamente, no es un político ordinario. Dejó el cargo en 2010 con un índice de aprobación superior al 80%. Dirigió a Brasil durante sus años de auge entre 2003 y 2010. Sus políticas populistas ayudaron a sacar a millones de brasileños de la pobreza.
Viernes 11 de marzo:
Los fiscales acusan formalmente a Lula de lavado de dinero y fraude de identidad por encubrir la propiedad de una casa de descanso. Se alega que recibió la vivienda a cambio de ayudar a una empresa constructora a obtener contratos favorables con Petrobras, los cuales Lula supervisó cuando era presidente. Un juez aún no se ha pronunciado sobre si habrá un juicio sobre estas acusaciones.
Domingo 13 de marzo:
Cientos de miles de brasileños salen a las calles para exigir la destitución de Rousseff, enojados por el escándalo de corrupción y por la economía en una espiral decadente.
Martes 15 de marzo:
Comienzan a circular los rumores de que Rousseff podría nombrar a Lula en su gabinete, lo cual lo protegería legalmente de un proceso judicial, excepto del Tribunal Supremo de Brasil. Los funcionarios anuncian que el desempleo promedió 8.5% en 2015, frente al 6.8% del año anterior.
Jueves 17 de marzo:
Después de más protestas el miércoles, Rousseff nombra a Lula como su jefe de gabinete. Casi inmediatamente después, un juez brasileño anula el nombramiento. El juez, Itagiba Catta Preta Neto, dice que su nombramiento interfiere con el “libre ejercicio del Poder Judicial, con la operación de la Policía Federal y de la Oficina del Fiscal Federal”.
Otro juez en Brasil, Candido Ribeiro, revirtió la anulación del nombramiento de Lula. Y al menos otras 10 solicitudes para anular el nombramiento de Lula se han presentado ante el Tribunal Supremo de Brasil, según el medio estatal de Brasil, Agencia Brasil. Estas solicitudes adicionales están todavía bajo análisis.
¿Que sigue?
Es complicado saber qué sucederá ahora.
¿Desafiará Rousseff todas las exigencias de los jueces y mantendrá a Lula como su jefe de gabinete? Continuarán presentando los fiscales cargos contra Lula? La popularidad de Lula entre los brasileños de la clase trabajadora salvará a Rouseff del juicio político? ¿O las acusaciones en contra de él la presionarán más para dejar el cargo? Nada de eso está claro.
Lo que está claro es que la economía no está mostrando signos de una recuperación en el corto plazo. El FMI proyecta que se contraerá 3.5% este año.
Y los próximos meses serán clave: este es un momento decisivo para la presidencia de Rousseff, según los expertos.
“Es la cosa más volátil e impredecible que he visto en América Latina desde que estuve en Argentina en 2001”, dice Brian Winter, vicepresidente del Consejo de las Américas, en referencia al impago masivo de Argentina. “Parece la jugada final de esta crisis política brasileña”.
Marilia Brocchetto de CNN contribuyó con el reportaje de este artículo.