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¿Por qué Bélgica? 5 razones por las que atacaron el país

Las explosiones en Bruselas mataron a 31 personas e hirieron a al menos 270; deficiencia en policía, geografía y otras causas hacen de Bélgica un objetivo de ataques.
sáb 26 marzo 2016 02:19 PM
Los dos hermanos vinculados al ataque de Bruselas conocían al líder de los atentados en París. (Foto: AFP)
bruselas homenaje Los dos hermanos vinculados al ataque de Bruselas conocían al líder de los atentados en París. /

Los dos ataques de Bruselas que mataron a 31 personas e hirieron a al menos 270 conmocionaron a Europa y puso en la mira a Bélgica como un terreno fértil para el terrorismo.

¿Cómo un país tan pequeño puede pasar de ser un centro turístico famoso por su cultura y arquitectura a ser caldo de cultivo del yihadismo más violento?

Estas son cinco razones por las que los terroristas atacaron el corazón de Europa:

1. Bélgica, con gran cantidad de combatientes unidos a ISIS

Bélgica es el país europeo con más jóvenes per cápita que viajan a Iraq y Siria para unirse a ISIS.

Los expertos creen que unos 500 hombres y mujeres han dejado Bélgica para ir a esos dos países desde 2012. Al menos 150 de ellos han regresado, según las autoridades belgas.

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Sin embargo, los expertos admiten que estos son cálculos conservadores y nadie sabe a ciencia cierta cuántos han ido y cuántos han regresado.

Por ello, las autoridades belgas y la población general temían desde hace tiempo un ataque de yihadistas locales.

Sajjan Gohel, director de seguridad internacional de la Fundación Asia-Pacífico dijo que Bélgica no sólo es la capital de la Unión Europea, sino también "un punto neurálgico central de ISIS", una base logística de las operaciones de los extremistas.

2. Falta de recursos policiales

Las fuerzas de seguridad llevaron a cabo varias redadas en busca del fugitivo de los ataques de París, Salah Abdeslam, y los que planearon la masacre en la capital francesa.

Durante un registro en la que luego resultó ser una de las casas de seguridad de Abdeslam la semana pasada, la policía fue recibida con un feroz tiroteo, lo que hizo pensar que dentro se encontraba alguien importante. Abdeslam, que se dejó su cinturón de explosivos en París durante los ataques de noviembre, volvió a escaparse, para ser arrinconado días más tarde en una redada en el barrio de Molenbeek en Bruselas, no muy lejos de la casa donde pasó su infancia.

La dimensión de la actividad yihadista en Bélgica pareció pasar desapercibida para las autoridades.

"No tienen suficientes agentes, y no han sido capaces de reforzarse al ritmo del reclutamiento de combatientes extranjeros", explicó William Braniff, director ejecutivo del Consorcio Nacional para el Estudio del Terrorismo y las Respuestas al Terrorismo. "Es pura matemática. Son recursos".

Las autoridades tardaron cuatro meses en capturar a Abdeslam, el hombre más buscado en Europa.

La incapacidad de aprehender al ciudadano francés nacido en Bélgica y de ascendencia marroquí es particularmente dolorosa porque la policía lo detuvo a la mañana siguiente de los ataques del 13 de noviembre cerca de la frontera belga, pero no lo arrestaron.

Se cree que llamó a unos amigos para que lo llevaran a Bélgica después de los ataques. Pasaron varios controles policiales, pero entonces Abdeslam todavía no estaba identificado como sospechoso y lo dejaron seguir su camino.

3. Jóvenes musulmanes se sienten marginados

Al igual que el niño de la fábula holandesa que salvó a los Países Bajos de las inundaciones poniendo su dedo en un dique, Bélgica ha tratado de contener otra fuerza de la naturaleza: una juventud marginada, imbuida en la ideología corrosiva de ISIS, según el editor de diplomacia internacional de CNN, Nic Robertson.

Su número ha desbordado los esfuerzos antiterroristas del país.

"Bélgica está tratando de ponerse al día", sostiene Lister.

Un joven belga llamado Ali (no es su nombre real) accedió a hablar con CNN bajo condición de anonimato. Entre sollozos, contó cómo dos de sus hermanos, miembros de Sharia4Belgium –grupo terrorista-, viajaron a Siria, donde uno de ellos murió.

Él cree que la discriminación y la "falta de oportunidades" han empujado a muchos jóvenes a viajar a esas zonas de conflicto, a pesar de ser segunda o tercera generación de inmigrantes, porque no se sienten aceptados en Bélgica. Los reclutadores yihadistas se están aprovechando de este sentimiento de marginación.

"El Estado belga rechaza a los niños y jóvenes, y dicen: 'Son todos los extranjeros, ¿por qué deberíamos darles trabajo ?", dijo. "Nos llenan de odio, y nos dicen que no servimos para nada”.

Jambon insiste en que el gobierno toma medidas para evitar que los jóvenes radicalizados salgan del país.

"Hace un año y medio, unas 15 personas partían cada mes hacia Siria o Iraq, ahora son menos de cinco", afirmó. "Cinco es demasiado, soy consciente de ello. ... Si ves que la gente sigue uniéndose a ISIS, es que no hicimos lo suficiente. Eso está claro. El objetivo, la meta, es que nadie se vaya".

Molenbeek cuenta con una gran población predominantemente musulmana de inmigrantes del norte de África. El barrio también sufre de un creciente desempleo juvenil, que se estima en más de un 40%.

Al desempleo rampante se une la propaganda en internet del yihadismo más sanguinario, que está a solo un clic de distancia.

Los familiares y miembros de la comunidad que tratan de oponerse a esta radicalización se enfrentan a las amenazas.

"Vivimos en una época en la que todo aquel que trata de hablar y luchar por la verdad encuentra personas que tratan de impedir que lo haga", dijo el imán belga Sheikh Sulayman Van Ael.

4. Bélgica, dividida por la geografía y el idioma

Bélgica es un país pequeño de 11 millones de habitantes que están divididos por el lenguaje y la cultura. Un poco más de la mitad de la población belga es flamenca. Hablan holandés y viven en el norte, en Flandes. Menos de la mitad son franceses y viven en la región sur de Valonia.

"La construcción del Gobierno de Bélgica hace posible que ocurra este tipo de ataques", declaró Gohel, quien agregó que las agencias de seguridad e inteligencia del país están divididas internamente.

El país está dividido por el idioma a todos los niveles y en casi todos los servicios públicos: escuelas, hospitales, incluso la policía. Hay colegios franceses y colegios flamencas, hospitales franceses y hospitales flamencos.

Bruselas es la capital de Bélgica y Flandes, pero en Bruselas se habla francés.

Fue apenas en 2011 cuando Bélgica puso fin a un récord de 589 días sin Gobierno elegido. Iraq tenía el récord anterior de un país sin Gobierno en funciones.

Existía uno de transición temporal desde que la renuncia del primer ministro Yves Leterme el 26 de abril de 2010, con una falta total de acuerdo entre los políticos de Flandes y Valonia.

5. Bruselas está cerca de grandes ciudades europeas

La proximidad de Bruselas a las principales ciudades europeas y la falta histórica de cohesión interna hace que sea atractiva para los yihadistas, que se mueven con relativa facilidad.

Bruselas, la capital de la Unión Europea, está muy cerca de varias de las principales ciudades: París, por supuesto, pero también Amsterdam y, en Alemania, Colonia, Estrasburgo, Frankfurt y Berlín. Es cuestión de subirse a un coche o a un tren y en cuestión de pocas horas se llega a varias ciudades. Recientemente algunos países europeos pusieron en marcha algunos controles migratorios a raíz de los atentados de París.

La impotencia de las autoridades belgas para frenar el flujo de combatientes que viajan a territorio de ISIS, y - quizás lo más preocupante - su incapacidad para rastrearlos una vez que regresan significa que muchos yihadistas han pasado desapercibidos. Las autoridades de varios países vecinos creen probable que haya nuevos ataques.

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