Los pobladores de Kaduna, Nigeria, enfrentan ahora al ‘Tomate Ébola’
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Hacer el arroz jollof, un plato tradicional en Nigeria, se ha convertido repentinamente en algo muy caro.
Los tomates, uno de sus principales ingredientes -y un elemento básico de la cocina nigeriana-, se venden a 2 dólares cada uno en los mercados locales, dijo Manzo Daniel, comisionado de Agricultura del estado de Kaduna, a la agencia AFP.
El culpable es una polilla llamada Tuta absoluta, que echó a perder los cultivos en el norteño estado de Kaduna, obligando al gobierno local a declarar un estado de emergencia.
“Es un problema serio. La enfermedad ha afectado a la producción y al consumo, los precios siguen aumentando y no hay disponibilidad”, indicó Shehu Sani, senador por Kaduna Central, a CNN.
El área, que contribuye en gran medida a la producción global de Nigeria, ya ha registrado pérdidas de millones de dólares, de acuerdo con Sani.
“Muchos dependen del cultivo del tomate para su sustento y los tomates son una parte indispensable de la dieta. La gente no puede prescindir de ellos”, dijo.
La crisis del tomate le sigue los talones a una reciente escasez de combustible y un aumento general en los precios de las materias primas debido a la inflación y la falta de moneda extranjera.
En pueblos de la zona, el problema fue etiquetado como ‘Tomate Ébola’.
“Las personas están entrando en pánico, porque la fijación de ese nombre a un alimento básico ha empeorado la situación”, dijo Sani.
Incluso a aquellos que pueden permitirse el lujo de comprar les resulta difícil confiar en cualquier tomate, y algunos han comenzado a comprar los tomates en conserva importados.
La producción local va a la basura
Nigeria es el segundo productor de tomate más grande de África, con más de 1.5 millones de toneladas cosechadas, pero debido a la mala infraestructura de almacenamiento y transporte, una parte significativa de la cosecha nunca llega al mercado.
Por lo tanto, el país depende de las importaciones para satisfacer la demanda: el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente declaró recientemente que se gasta cada año 1,000 millones de dólares en importación de pasta de tomate, mientras que el 75% de la cosecha local se echa a perder.
Una nueva planta de producción en la ciudad norteña de Kano se abrió recientemente como parte de los esfuerzos para abordar el problema, pero se vio obligada a cerrar a principios de mayo debido a la falta de suministro.
“Necesitamos la ayuda del gobierno federal central para evitar que la enfermedad se propague más, y tal vez incluso a otros países”, dijo Sani.