Ingresos petroleros de la OPEP se hunden a mínimos de 10 años
El año pasado, los 13 países miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) registraron un descenso en sus ingresos por ventas al exterior de crudo a su nivel más bajo en una década.
Los ingresos del crudo cayeron casi 46% a 518,000 millones de dólares en 2015, según el boletín anual de la OPEP, publicado el miércoles.
El colapso de los precios del petróleo también significó que los países gastaron más en la importación de bienes que lo que recaudaron por exportaciones por primera vez en 17 años.
El cártel registró un déficit combinado en cuenta corriente de poco menos de 100,000 millones de dólares en 2015, en comparación con un superávit de 238,000 millones de dólares en 2014.
Solo cuatro miembros de la OPEP lograron mantener sus cuentas corrientes con superávit en 2015: Qatar, Kuwait, Emiratos Árabes Unidos e Irán.
Los precios del crudo cayeron en un impresionante 35% el año pasado a niveles no vistos desde la crisis financiera global. Los mercados petroleros perdieron más su equilibrio en el transcurso del año.
Por un lado, la demanda de petróleo se estaba desacelerando, especialmente en China. Por otro lado, los mayores productores petroleros del mundo estaban bombeando a niveles sin precedentes en una batalla por la participación de mercado. Incluso la propia OPEP fue incapaz de acordar una estrategia para apuntalar los precios.
Arabia Saudita registró el mayor déficit en cuenta corriente del grupo: 41,300 millones de dólares.
Arabia Saudita solía costear lujosos programas sociales para sus ciudadanos, y subsidiaba los precios de la energía y el agua. También derrocha miles de millones en importaciones.
Sin embargo, los ingresos petroleros de ese país se hundieron 23% en 2015. Como resultado, el gobierno gastó 98,000 millones de dólares más de lo planeado. Ha respondido con recortes de gastos generalizados y ha comenzado a buscar fuentes de ingresos en otros lugares.
El mayor exportador de petróleo del mundo ha dado a conocer un ambicioso plan para diversificar su economía. Planea invertir en turismo e impulsar al sector privado.
También quiere vender una parte de la estatal Saudi Aramco —la compañía petrolera más grande del mundo— e introducir nuevos impuestos para recaudar dinero extra y crear un fondo de inversión.