La industria manufacturera desacelera en 2016
El estancamiento del sector industrial en 2016 y la fortaleza del dólar frente al peso jugaron en contra de la economía mexicana y se espera que esta situación continúe en 2017.
La economía mexicana, medida por el Producto Interno Bruto (PIB) creció 2.3% en 2016, una desaceleración frente al 2.5% de un año antes, debido en parte a un nulo crecimiento de las actividades secundarias, de acuerdo con cifras del INEGI.
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El sector industrial, el cual aporta 30% del PIB, registró un nulo crecimiento en 2016 desde el 1% de 2015. La industria mexicana está ampliamente vinculada con la de Estados Unidos a donde envía cerca del 80% de las exportaciones manufactureras y el año pasado el sector industrial de ese país cayó1%.
Y aunque el peso perdió 16.61% frente al dólar esta ´ganancia´de competitividad no evitó la desaceleración de la manufactura mexicana, ni un mayor acelerador de las exportaciones.
La producción manufacturera creció en 1.3% anual el año pasado, una desaceleración frente al 2.5% de 2015. Mientras que las exportaciones totales del país cayeron 1.8% anual, al interior las manufactureras retrocedieron 1.2%.
“No ha habido ninguna indicación de que el sector manufacturero se haya beneficiado de la depreciación del peso, y además, eso es una señal de las cosas que vienen este año ”, escribió en un reporte el economista senior de Wells Fargo, Eugenio Alemán.
Un peso débil suele impulsar a las exportaciones mexicanas, ya que se vuelven más baratas para los compradores estadounidenses, aunque éstas también dependen de una buena logística y competitividad.
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No obstante, el mercado local consiguió sacar a flote a la economía ya que el sector terciario, que reswpresenta más del 60% de la economía y que incluye actividades como comercio, creció 3.4%, ligeramente menor al 3.5% de un año antes, sin embargo, esta tendencia positiva amenaza con revertirse debido a las presiones inflacionarias que ha generado la depreciación del peso.
La inflación aumentó a una tasa anual de 4.72% en enero, la cifra más alta desde septiembre de 2012 , sin embargo, la inflación al productor (sin contar petróleo) aumentó 9.8%, mientras que los precios intermedios subieron 13.1%, un máximo desde 2003, lo que refleja el impacto negativo del dólar fuerte.
“Aún esperamos que la economía mexicana entre en recesión este año ya que estimamos que la depreciación del peso y la mayor inflación continúen afectando la demanda del consumidor. Y mientras que no veamos al sector manufacturero reaccionar a la depreciación del peso, ningún beneficio de esta competitividad se mostrará en la actividad económica”, agregó Alemán.
Por lo que ante una desaceleración de la economía interna, la recuperación del sector industrial de Estados Unidos será clave para México.
En este sentido el economista en jefe de BBVA Bancomer, Carlos Serrano, es positivo y espera una recuperación del sector manufacturero en EU, con lo cual espera una mejora en las exportaciones respecto a lo observado en 2016, lo que debería de ayudar a compensar la desaceleración del consumo interno.