Los ingresos petroleros de México caen 66% en cuatro años

La aportación del petróleo a los ingresos del gobierno federal fue de 8.6% en 2016; en 2013 aportaban casi 32%.
Baja adicción petrolera La recaudación de impuestos no petroleros pasó de 1.31 billones de pesos (bdp) al cierre de 2012 a 2.716 bdp en 2016. (Foto: cogal/Getty Images/iStockphoto)

La tan criticada reforma fiscal que entró en vigor en 2014

s, también resultó en una importante herramienta para conseguir despetrolizar a las finanzas públicas de México.

Los ingresos petroleros representaron tan solo 8.6% del total del total del gobierno federal al cierre de 2016, un descenso de 23.27 puntos porcentuales frente al 31.87% que representaban en 2013, de acuerdo con datos oficiales. El año pasado los ingresos derivados del petróleo sumaron 308,145 millones de pesos, una caída de 66.6% nominal frente a los 923,285 mdp de 2012.

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La reforma fiscal propuesta por el entonces secretario de Hacienda, Luis Videgaray, se basó principalmente en aumentar la base de contribuyentes y fortalecer el ISR. La recaudación derivada de impuestos no petroleros pasó de 1.31 billones de pesos (bdp) al cierre de 2012 a 2.716 bdp en 2016

“Nos dio aproximadamente el equivalente a 1.6 o 1.7% del Producto Interno Bruto de recaudación extra y junto con el IEPS (a combustibles) le dio 3.2% del PIB al gobierno. Si quitaras lo que vimos de la reforma fiscal más allá de a quién le guste o no, estaríamos en un gran problema”, dijo el director general del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), Héctor Villarreal.

Esto ayudó a las finanzas públicas

, entre 2014 y 2016 el precio de la mezcla mexicana se hundió 50%, aderezado por una caída de 14.61% de la producción de crudo de Pemex a 2.15 millones de barriles diarios (mbd) muy lejos de su máximo de 3.38 mbd de 2004.

La reforma fiscal creó nuevos impuestos, como el de la comida "chatarra", refrescos y bebidas azucaradas, recortó el límite de deducciones, eliminó el régimen de consolidación fiscal y aumentó las medidas de fiscalización.

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La expropiación de empresas petroleras extranjeras en 1938, el reparto de 18 millones de hectáreas a los campesinos y el fortalecimiento de las organizaciones de trabajadores durante el gobierno de Lázaro Cárdenas (1934-1940) fue la culminación de la fase más intensa de la Revolución Mexicana, dice en un artículo el historiador del Colmex, Ariel Rodríguez Kuri.

Así, antes de

, la producción petrolera representaba poco más del 10% de la economía mexicana, actualmente esto se ha reducido a 5%.

Pero Pemex, otrora joya de la corona del gobierno, no pudo incrementar su producción de crudo ni de petrolíferos pese a la inversión que realizaba. En 2009, la empresa invirtió 18,640 millones de dólares (mdd) y produjo 2.6 mbd. En 2014 con 26,830 mdd produjo 2.43 mbd, según datos de Pemex y SIE.

México llegó a ser el sexto mayor productor de petróleo y vivió los beneficios de los altos precios del crudo con los que generó casi un billón de pesos de ingresos públicos (40% del presupuesto anual), pero apenas en enero vio incrementos de hasta 25% en el precio de la gasolina.

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Esta situación es también el reflejo de lo que el país dejó de hacer por años. Pese al auge petrolero y precios de más de 115 dólares por barril, Pemex dejó a un lado la inversión en actividades como la refinación.

“Responde al régimen fiscal que tuvo Pemex, de1994 a 2008 tuvo un régimen confiscatorio, no estaba basado en ingresos menos costos, sino directamente iban sobre los ingresos”, comentó a Expansión el director general de la consultoría GMEC, Gonzalo Monroy.

“Esto sesgó completamente

básicamente hacia los más redituables es decir exploración y producción, todo esto en detrimento de otras actividades como refinación e inversión en ductos y mantenimiento y la petroquímica”, agregó Monroy,

Pero el poder recaudatorio que ha mostrado Hacienda amenaza con llegar a su fin en el mediano plazo. Para 2017 Hacienda estima un aumento de casi 10% en los ingresos tributarios, lo que equivale a 0.8% del Producto Interno Bruto (PIB) frente a 2016, sin embargo, espera tan solo un aumento equivalente a 0.3 % del PIB en 2022 comparado con 2017.