Trump se aleja del populismo de su campaña y cae en los brazos de Wall Street
En la campaña electoral, el ahora presidente de EU, Donald Trump, criticó a Wall Street por ‘salirse con la suya’. Se comprometió a dividir a los grandes bancos y obligar a los trabajadores financieros a pagar impuestos más altos.
Su anuncio final de campaña mostraba fotos abominables de la Bolsa de Valores de Nueva York y al presidente ejecutivo de Goldman Sachs, y proclamó que era hora de poner fin a las élites políticas y empresariales que dejaron en seco a su país.
El mensaje resonó profundamente entre los votantes que han visto resurgir fuertemente los precios de los bonos y acciones de Wall Street tras la crisis financiera, mientras que los salarios de la clase media se han estancado.
Pero el presidente dio un giro veloz acerca de los grandes bancos en sus primeros 100 días. Ahora está aceptando a Wall Street, no evitándolo. Ha llenado su gabinete de tipos de Wall Street y especialmente de Goldman Sachs. En lugar de hablar de dividir a los bancos, se ha enfocado en revertir una gran cantidad de regulaciones sobre ellos.
Lee: Los tres ejes del plan fiscal de Donald Trump
La facción de Goldman Sachs en la Casa Blanca ganó, asegura Greg Valliere, director de estrategia global de Horizon Investments. “Esto está empezando a lucir como un gobierno de centro-derecha bastante típico, con una fuerte tendencia proempresarial", indica.
Trump se ha alejado del populismo sobre el que basó su campaña y ha caído en los brazos de Wall Street. Es presumiblemente el mayor cambio en los primeros días de su presidencia, y está teniendo un impacto sustancial en la política económica.
Cómo Trump ha girado hacia Wall Street
Tres de sus principales asesores como el secretario del Tesoro Steve Mnuchin, el económico, así como el asesor principal Gary Cohn y el jefe de estrategias, Steve Bannon, han trabajado en el banco de inversiones Goldman Sachs.
Además, el rey del capital de riesgo, Stephen Schwarzman, que se encuentra en la cima de Blackstone Group, dirige el consejo de asesores de negocios de Trump y ha emergido como una voz clave en el oído del presidente.
La influencia de Wall Street es evidente ya en los giros de 180 grados en las políticas de Trump.
Ha vuelto a masivamente a los comentarios proteccionistas sobre el comercio, especialmente sobre China. Trump hizo campaña para desmantelar acuerdos comerciales como el TLCAN y etiquetar a China como manipulador de moneda en el día uno de su administración. Nada de eso pasó.
Ahora dice que China no está tan mal en el comercio, y su gobierno está estudiando cómo modificar, no eliminar totalmente, los acuerdos comerciales.
GALERÍA: Los primeros 100 días de gobierno de Trump en 13 fotos
“Lo que hemos aprendido de Trump es que sus comentarios iniciales son extravagantes, pero generalmente no ocurren”, dice Randy Frederick, director gerente de Trading de Schwab.
Incluso ha comenzado a decir cosas buenas acerca de Janet Yellen, la presidenta de la Reserva Federal, a quien criticó en la campaña electoral por manipular la economía para que Obama luciera mejor.
Trump está listo para ayudar a los bancos
Trump disfruta de la alabanzas, y los inversionistas han animado su cambio pro Wall Street, al disparar el mercado de valores a máximos récord. Ha sido bautizado como el “Rally Trump”. El Dow y el S&P 500 han subido más de 10% desde que ganó las elecciones, hecho que al presidente le gusta presumir en Twitter y en sus discursos e incluso es mencionado en el sitio web de la Casa Blanca.
Ha sido más fácil conseguir una ‘victoria’ ante los ojos de Wall Street que en el Congreso o en las encuestas de aprobación de su presidencia, recordando que Trump tiene el índice de aprobación más bajo en esta etapa que cualquier otro presidente moderno en la historia de Estados Unidos.
“Él se está moderando porque las ruedas en Washington se vuelven más lentas de lo que él quiere, incluso con un gran club”, dice Frederick.
En lugar de apalear a los bancos, Trump ahora está presionando duro para recortar la ley Dodd-Frank que fue puesta en vigor después de la crisis financiera para evitar el mal comportamiento de las empresas financieras.
Lee: El plan fiscal de Trump contempla bajar el impuesto corporativo a 15%
Recientemente dijo que hará un gran número sobre esa ley. Eso es exactamente lo que los principales ejecutivos de Wall Street como Jamie Dimon de JPMorgan han estado pidiendo durante años. El hecho de que haya sido una prioridad de sus primeros 100 días es contundente, ya que no formaba parte de su ‘Contrato con el Votante Estadounidense’ que publicó antes de las elecciones.
Además, existe la cuestión de la regulación, prevista para entrar en vigor esta primavera para ayudar a proteger las cuentas de retiro de clase media. El gobierno de Trump la ha dejado en suspenso, una importante victoria para algunas firmas de Wall Street.
Hay que observar qué sucede con los impuestos
Wall Street está consiguiendo lo que quiere en comercio y la regulación de Trump. Solo hay un gran asunto pendiente: los impuestos.
La Casa Blanca revelará más detalles sobre el plan de reforma fiscal de Trump el miércoles.
“Este será el mayor recorte de impuestos y la mayor reforma tributaria en nuestra historia”, dijo el secretario del Tesoro Mnuchin el miércoles por la mañana, aunque todavía se están definiendo los detalles.
Muchos economistas y líderes empresariales del Partido Republicano han instado a Trump a acelerar los recortes de impuestos para las empresas, incluso si eso significa detener los recortes de impuestos para individuos y familias.
La expectativa es que Trump presione para que la tasa de impuesto corporativo caiga marcadamente de una tasa superior de 35% a apenas 15%.
Lee: Ningún congresista fronterizo de EU apoya el muro de Trump
Es un cambio dramático respecto a la retórica de Trump en la campaña electoral cuando dijo a los votantes: “Wall Street ha causado enormes problemas para nosotros. Vamos a gravar a Wall Street”.
Los banqueros e inversionistas parecen tener fuertes defensores de sus intereses en la Casa Blanca. Será revelador ver hasta qué punto la Casa Blanca está dispuesta a llegar acerca de los recortes de impuestos para la clase media y las pequeñas empresas.
Como el asesor Cohn reconoció la semana pasada: “El lente correcto para juzgarnos en contra es: ¿Hacemos crecer la economía? ¿Ponemos más gente a trabajar ? ¿Les damos mejores empleos?”.