Política de inmigración de Trump, riesgo para la economía
El presidente Donald Trump está respaldando un plan legal de inmigración que podría reducir lo que el mercado laboral de Estados Unidos más necesita: trabajadores.
Trump aprobó esta semana una propuesta para adoptar un sistema de inmigración bajo el cual aquellos que buscan ingresar a Estados Unidos deben tener cierto grado de fluidez en inglés o habilidades avanzadas de trabajo, entre otras calificaciones.
nullEl objetivo final es frenar la inmigración y poner a los estadounidenses en la cima de la pila de las solicitudes de empleo, de acuerdo con los creadores de la ley, los senadores republicanos Tom Cotton y David Perdue.
Pero los economistas dicen que la propuesta corre el riesgo de perjudicar el crecimiento económico , que ya es insignificante. Menos trabajadores, ya sean estadounidenses o extranjeros, significan menos crecimiento, a menos que todo el mundo se vuelva mucho más productivo muy rápidamente, dicen los economistas.
“Si redujéramos dramáticamente la inmigración, eso representaría un riesgo para el crecimiento económico a largo plazo”, dice Luke Tilley, economista en jefe de Wilmington Trust. “Debido a nuestra desaceleración del crecimiento demográfico en Estados Unidos y a la (decreciente) participación en la fuerza de laboral, hemos dependido de la inmigración desde hace bastante tiempo”.
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Uno de los grandes retos de la economía de Estados Unidos es que los baby boomers se están retirando y no hay suficientes trabajadores estadounidenses jóvenes para reemplazarlos.
Actualmente, alrededor de 44 millones de estadounidenses dicen que no están buscando trabajo porque están jubilados, según la investigación de la Reserva Federal de Atlanta. Eso representa un alza de 36% respecto a 2000. Durante ese mismo tiempo, la fuerza laboral solo ha crecido un 12%.
Los extranjeros en Estados Unidos también tienen más probabilidades de estar trabajando que los estadounidenses. Entre los trabajadores estadounidenses nacidos en el extranjero de entre 25 y 54 años de edad — trabajadores en “edad productiva”— la tasa de participación es del 73.4%. Para los estadounidenses en el mismo grupo de edad esa tasa es de 62.4%, de acuerdo con datos del Departamento de Trabajo.
En Estados Unidos, el año pasado había 27 millones de trabajadores nacidos en el extranjero, según las cifras oficiales más recientes. Los trabajadores nacidos en el extranjero aumentaron en casi 5 millones desde 2007, según los datos.
Durante declaraciones preparadas el miércoles para anunciar la propuesta de migración, el Senador Cotton dijo que el sistema actual es “obsoleto” e injusto para los estadounidenses, especialmente para los obreros que trabajan con sus manos —o pies— como los de la agricultura y la manufactura.
Cotton dice que solo uno de cada 15 inmigrantes viene a Estados Unidos debido a sus habilidades avanzadas, citando datos de Seguridad Nacional.
Sin embargo, hay escasez de trabajadores que vienen a Estados Unidos para realizar trabajos de baja cualificación y labores arduas.
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Por ejemplo, el año pasado, los agricultores en el centro de la costa de California perdieron 13 millones de dólares en ingresos brutos en fresas, hojas verdes y otros cultivos debido a la escasez de trabajadores, de acuerdo con la Grower-Shipper Association of Santa Barbara and San Luis Obispo Counties. La asociación dice que es el quinto año consecutivo en que los agricultores de la región han tenido dificultades para encontrar suficientes trabajadores.
“Nuestros miembros han visto consistentemente aumentos en las pérdidas de ingresos brutos debido a la escasez de mano de obra en curso”, dice Claire Wineman, presidenta de la asociación.
Los agricultores, los dueños de restaurantes y una letanía de industrias de servicios dependen en gran medida de trabajadores legales baratos. Reducir esa oferta de mano de obra extranjera podría dificultar la permanencia de algunos negocios, según los expertos.
Al mismo tiempo, los empleadores estadounidenses dicen de manera rutinaria que están luchando por encontrar trabajadores calificados . Algunos sostienen que muchos trabajadores estadounidenses que están desempleados o renuncian a buscar trabajo no tienen la educación o capacitación requerida. Una solución podría ser traer a trabajadores extranjeros para cerrar la brecha de habilidades.
El plan elaborado por los republicanos tiene la intención de usar un sistema de calificación para los trabajadores extranjeros que daría prioridad a aquellos que tienen habilidades que son escasas en Estados Unidos.
Pero los expertos dicen que medir las habilidades no es tan fácil como otorgar una nota de A o F en una prueba.
“El paso a un sistema más basado en calificaciones es una buena idea, pero necesitaremos desesperadamente inmigrantes de todos los niveles de habilidad en el futuro”, dijo a Politico Mark Zandi, el economista en jefe de Moody's Analytics. “Es difícil imaginar una política que haga más daño al crecimiento económico en el largo plazo”.
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