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La soya, un objetivo potencial de cualquier represalia china contra EU

China es el mayor comprador mundial de soya de EU: Importó un valor de 14,000 mdd en 2016, por lo que si hubiera mayores tensiones comerciales podría ser un objetivo potencial de cualquier represalia.
jue 22 febrero 2018 11:00 AM
Mercado importante
Mercado importante En 2016, el mercado de China importó 14,000 mdd en granos de soya producidos en Estados Unidos. (Foto: stevanovicigor/Getty Images/iStockphoto)

Una de las mayores industrias agrícolas de Estados Unidos teme encontrarse en la mira de China si el presidente estadounidense, Donald Trump, sigue aumentando las tensiones comerciales entre las dos economías más grandes del mundo.

China es el mayor comprador mundial de soya de Estados Unidos. Importó un valor de 14,000 millones de dólares (mdd) en granos de soya en 2016, según el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos.

“Si hubiera mayores tensiones comerciales, la soya podría ser un objetivo potencial de cualquier represalia china”, dijo Paul Burke, director regional para Asia del Norte del US Soybean Export Council.

Esa es una gran preocupación para una industria que sostiene decenas de miles de empleos en Estados Unidos, muchos de ellos en estados que votaron por Trump en las elecciones de 2016.

Trump ya irritó a Beijing al imponer aranceles a los paneles solares el mes pasado. Ahora tiene hasta abril para decidir si acepta la recomendación del secretario de Comercio, Wilbur Ross, de tomar medidas para restringir las importaciones de acero y aluminio.

Lee: La riesgosa propuesta de Trump sobre imponer aranceles al aluminio y acero

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El Ministerio de Comercio chino dijo que si la decisión final de Trump sobre los metales “afecta los intereses de China, tomaremos las medidas necesarias para defender nuestros derechos”.

Un comercio global que ayuda a las zonas rurales de EU

Burke, cuyo trabajo lo pone en contacto regularmente con funcionarios chinos, dice que Beijing tiene varias opciones para poner presión sobre la soya estadounidense. Una sería restringirle el acceso al enorme mercado de China.

Una indicación de cómo podría funcionar eso llegó a principios de este mes cuando Beijing dijo que estaba investigando si Estados Unidos estaba realizando dumping (vender a precios artificialmente muy bajos) del sorgo en sus mercados. China importó poco menos de 1,000 mdd de sorgo de EU el año pasado, según datos chinos.

Otro enfoque sería que China redireccione más de su negocio de soya a otros grandes productores como Brasil.

En cualquier caso, el resultado final perjudicaría a los agricultores estadounidenses y a otros negocios que prosperan con dólares provenientes de la soya.

“Tu restaurante local, tus médicos locales y otras compañías similares”, dijo Burke. “Este comercio ayuda a que el Estados Unidos rural sea un buen lugar para vivir”.

¿Dirigido a los votantes de Trump?

La soya podría ser atacada por otra razón: ocho de los estados que más exportan votaron por Trump en 2016. Un noveno, Minnesota, votó por Hillary Clinton por un margen estrecho.

Lee: Empresarios japoneses llaman a Trump a tomar con cuidado plan de gravar acero

Los funcionarios chinos “entienden muy claramente los puntos de presión política en Estados Unidos, ya sea en el Congreso o en las cámaras estatales, y ciertamente en la Casa Blanca”, dijo Randal Phillips, quien dirige la oficina en Beijing de Mintz Group, una firma que ayuda a las empresas a identificar riesgos.

"Han demostrado durante muchos años cómo hacer para que las empresas, especialmente las grandes empresas estadounidenses, retrocedan y tengan una política más tranquila entre EU y China”, dijo.

La idea de atacar a la soya, de acuerdo con Phillips, sería infligir un dolor económico en los estados donde se ubican las bases de votantes de Trump.

Eso podría presionar a Trump para que abandone algunas de las medidas comerciales más duras a cambio de apoyo político en las elecciones de 2020.

Los analistas han señalado otras empresas a las que Beijing podría apuntar en lugar de, o además de, la industria de la soya. Incluyen compañías importantes con grandes ventas en China, como Apple, Boeing e Intel.

'Nadie quiere una guerra comercial'

Aunque el gobierno chino tiene muchas herramientas a su disposición para tomar represalias contra cualquier arancel estadounidense, los expertos señalan que también tiene mucho que perder.

China es el mayor consumidor mundial de carne de cerdo. Los cambios en el suministro de soya podrían aumentar los costos de alimentar a la gran cantidad de cerdos necesarios para saciar el apetito de los consumidores chinos.

Lee: China y Trump, ¿cerca de una guerra comercial por el acero?

En términos más generales, China está atravesando desafiantes cambios económicos a medida que trata de alejarse de las exportaciones y de las inversiones impulsadas por deuda, en favor de un mayor enfoque en el gasto de sus propios consumidores.

A medida que lidia con cuestiones como la deuda corporativa excesiva y la disminución de empleos en las industrias manufactureras de baja gama, no puede permitirse ningún trastorno grave en su relación económica con Estados Unidos, el país con el que comercia más que con cualquier otro.

“Nadie quiere una guerra comercial”, dijo William Zarit, presidente de la American Chamber of Commerce en China.

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