La Fed debate nuevo vocabulario mientras se aleja de políticas laxas
La Reserva Federal está entrando en un nuevo terreno en su planificación posterior a la crisis: cómo describir las condiciones bajo las cuales trataría de desacelerar la economía y cómo hacerlo sin alarmar a los mercados financieros.
Las alzas graduales en las tasas de interés de la Fed están acercándola cada vez más a un cambio hacia una postura neutral desde sus políticas "expansivas", la primera vez que enfrentará tal transición desde su ciclo de alza de tasas de 2004-2006. Ninguno de los responsables de política encargados hoy de la supervisión del movimiento estaba en esa posición entonces.
"¿Cuál es el mensaje que deberíamos enviar para acompañar ese movimiento?", dijo el presidente de la Fed de Atlanta, Raphael Bostic, en una entrevista con Reuters el viernes.
El punto de inflexión se produce después de que muchas de las certezas del banco central se vieron afectadas por la crisis financiera de 2008 y la Fed ha dedicado más tiempo a intentar estimular la inflación que a controlarla en la última década.
Al mismo tiempo, las viejas cuentas matemáticas -baja tasa de desempleo es igual a un aumento de la inflación e igual a la necesidad de pisar el freno con tasas de interés más altas- ya no funcionan como antes.
Lee: Las apuestas por una apreciación del peso bajan en Chicago
Eso puede hacer que sea más difícil formular el mensaje correcto.
La Fed necesita pensar "en términos de enviar señales sobre en qué métricas de rendimiento estamos pensando o viendo, qué dinámicas están moldeando nuestros pensamientos al alza y a la baja", dijo Bostic. "Todo ese tipo de cosas se vuelven importantes".
En todo el sistema de la Reserva Federal se están haciendo preguntas similares, según tres personas conocedoras de las discusiones que declinaron hablar abiertamente porque no se tomaron decisiones. Las minutas de la reunión de la Fed de marzo mostraron que algunas autoridades ya estaban señalando la necesidad de reconocer la próxima transición a una política neutral o, incluso, restrictiva "en algún momento".
Un asunto bajo consideración es el uso continuado del término "orientación futura", una herramienta de comunicación utilizada por los bancos centrales de todo el mundo durante la era de las tasas ultrabajas en la que se comprometieron a hacer "lo que sea necesario" para reactivar la economía.
La Fed podría sentir la necesidad de tranquilizar a los mercados financieros de que una política de ajuste hacia una tasa neutral, algo que podría suceder a fines de este año, no será seguida por un aumento de las tasas tan alto que provoque una recesión a continuación.
Pero la orientación futura, que mitiga el riesgo para las instituciones financieras, estimulando la inversión necesaria durante una desaceleración económica, puede ser controvertida, ya que no se considera apropiada para tiempos "normales", cuando puede avivar la inestabilidad.
En conversaciones realizadas en Zúrich el martes, el presidente de la Fed, Jerome Powell, dijo que el banco central "comunicará su estrategia de política de la forma más clara y transparente posible para ayudar a alinear las expectativas y evitar alteraciones en el mercado".
Cruzando una línea invisible hacia la neutralidad
La Fed comenzó a aumentar las tasas en diciembre de 2015. Desde entonces, en cada declaración posterior a las reuniones de política, ha reiterado su promesa de mantener la política laxa "por un tiempo" para alentar el empleo, el crecimiento económico y reactivar la inflación.
Ahora, con un desempleo del 3.9% y una inflación cercana al objetivo de inflación del 2% de la Fed, esa promesa comienza a sonar obsoleta.
La entidad también describe su política como "expansiva", que es cada vez menos sostenible, ya que las tasas de referencia, ahora en un rango de 1,50-1,75 por ciento, se elevan hacia la estimación neutral de la Fed, en algún lugar entre el 2,3 y el 3,5 por ciento.
La Fed espera subir las tasas al menos dos veces más este año, hasta entre 2 y 2,25 por ciento. Casi la mitad de las autoridades espera un aumento adicional este año, colocando las tasas dentro del rango estimado para considerarse neutral.
A medida que ponderan las revisiones, los políticos son sensibles a las ramificaciones de cualquier error de comunicación. En 2013, cuando el presidente de la Fed Ben Bernanke sugirió inesperadamente que el banco central reduciría pronto sus compras de bonos, hubo una fuerte liquidación global.
"No queremos asustar al mercado", dijo Bostic.
Qué hace y cuándo
Otra cuestión clave que cualquier nueva declaración podría tener que abordar será hasta qué punto la Fed tolerará que la inflación supere su objetivo del 2% antes de que tenga que frenar, afirmó Bostic.
La transición se ve aún más complicada por el balance general de la Fed -cada vez menor, pero aún grande-, que sigue ofreciendo algo de expansión incluso a pesar del alza de las tasas a corto plazo.
Asimismo, también está la cuestión del momento: ¿abandonar el lenguaje obsoleto antes de alcanzar un nivel neutral de tasas o solo después? Y hacerlo de una vez, ¿o por partes?.
Durante el ciclo de ajuste de 2004 a 2006, la Fed simplemente descartó la palabra "expansiva" de su comunicado después de que las tasas superaron su estimación sobre la neutralidad a largo plazo y se volvieron restrictivas, según mostraron analistas de Goldman Sachs.
"Mi impulso sería tener (el nuevo mensaje) fuera antes de que lleguemos (a neutral), solo para que no haya tanto que digerir todo de una vez", dijo Bostic.
No importa cuál sea la decisión, el proceso implica una tensión varios meses hacia delante.
"Tendremos que hacer juicios a medida que avanzamos en este proceso y, una vez que lleguemos a neutral, qué deberíamos hacer a partir de ahí", dijo el lunes el presidente de la Fed de Dallas, Robert Kaplan.