Serrano recomendó al Gobierno federal "dejar de invertir y de insistir en la refinación", puesto que es "donde más dinero se pierde" y la actividad "va a ir a la baja en el mundo".
Actualmente, Pemex está construyendo una nueva planta de refinación en Dos Bocas, en el suroriental estado de Tabasco, cuya inversión supondría unos 8,900 millones de dólares.
Además, la petrolera pública, como parte de los planes del presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, está impulsando la reforma de las otras seis refinerías existentes en el país.
Serrano expuso también la conveniencia de "abrir las puertas a la inversión privada", algo que parece lejano dadas las intenciones del Ejecutivo de alcanzar la soberanía energética.
"Hay muchas reservas en aguas profundas que Pemex no tiene los recursos ni los conocimientos para explotarlas", señaló el economista jefe de BBVA.
La filial mexicana del banco español publicó un estudio la pasada semana advirtiendo que los ingresos petroleros de México seguirán bajando pese a que consiga aumentar su producción, debido a la depreciación del peso frente al dólar y al comportamiento general de los precios.
La pandemia del COVID-19 hizo que a finales del primer trimestre de 2020 el precio del petróleo tuviera su mayor caída de las últimas décadas (53.4%).
Pese a que tanto la demanda como el precio manifiestan una recuperación desde junio, no hay un retorno a niveles anteriores a la pandemia y "las variaciones anuales continúan en terreno negativo", consideró entonces BBVA.
Al segundo trimestre de 2020, el PIB real del subsector de minería petrolera constituyó 4% del total de la actividad económica, en contraste con 8% que representaba en el primer trimestre de 2000.