El organismo también estimó para Latinoamérica una inflación del 9.3% en 2021, lo que significa que será la región con mayor aumento de precios del mundo, y en 2022 se moderará levemente a 7.8%.
Chalk destacó que para contener estas previsiones numerosos bancos centrales han comenzado a subir "correctamente" las tasas de interés, como es el caso de México, para remarcar su "compromiso" con los objetivos marcados.
El FMI dijo también que los aumentos a las tasas de interés continuarán en América Latina a medida que la región reacciona a las presiones inflacionarias, incluso aunque las economías estén operando por debajo de su potencial.
"Es probable que sigan estas alzas de tasas de interés en muchos países en los próximos meses y, si hay indicios de que las expectativas de inflación están menos bien ancladas, entonces los bancos centrales tendrán que reaccionar con prontitud", dijo Nigel Chalk, director interino del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI.
Los bancos centrales de todo el mundo han endurecido la política monetaria o han ajustado su lenguaje después de que la reapertura tras los confinamientos por la pandemia provocó un pico de inflación. Los cuellos de botella del transporte y los productos básicos más caros, desde los materiales hasta los alimentos, siguen presionando los precios al alza.
Pese a la amenaza inflacionaria, el FMI espera que las economías de América Latina y el Caribe crezcan un 6.3% este año y un 3% el próximo, tras una caída del 7% en la producción durante 2020.
No obstante, la recuperación se producirá de manera intermitente, y la disponibilidad de la vacuna COVID-19 seguirá siendo un factor clave.
Los países que dependen en gran medida del turismo, como muchos en el Caribe, aún tendrán panoramas desafiantes. Se prevé que el turismo en la región siga recuperándose lentamente, con cerca de un 60% de los visitantes este año en comparación con los niveles previos a la pandemia.
"Los países deberían prepararse para que esta recuperación no sea un camino lineal", dijo Chalk. "En cambio, deberían anticipar un camino largo y sinuoso por delante, con contratiempos en el camino, ya que el daño provocado por la pandemia se reparará de forma gradual".
Al igual que en el caso de la economía global, el balance de riesgos se inclina a la baja. El crecimiento a corto plazo depende de que las políticas de apoyo sean reemplazadas por un auge de la demanda del sector privado, mientras que la recuperación en Estados Unidos y China, los principales socios comerciales de la región, ha sido esencial.
Con información de Reuters y EFE