Además del pago de las participaciones, deuda pública, pensiones y jubilaciones, otros gastos obligatorios son los correspondientes a servicios personales, los cuales comprenden el pago de nómina a servidores públicos, aportaciones a los estados, y las obligaciones contractuales plurianuales.
El PPEF detalla que el costo por pensiones y jubilaciones vitalicias será de 1.7 billones de pesos; por el pago de la deuda pública y los adeudos del ejercicio fiscal anterior se prevén 882,976 millones.
En tanto por participaciones para los estados se proyectan 1.2 billones de pesos, y para aportaciones a las entidades federativas se proponen 924,331 millones.
Solo el costo por deuda, estados (participaciones y aportaciones), pensiones y jubilaciones se llevará 51.8% del gasto público para el siguiente año.
Al comparar los gastos obligatorios contra el gasto neto total, incluyendo pensiones, a Hacienda le quedaría un margen de 1.7 billones de pesos, equivalentes a 19% del gasto neto total.
Think tanks en México como el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP) y México Evalúa advierten sobre la necesidad de una reforma, especialmente a pensiones para librar espacio en las finanzas públicas e incrementar la llegada de ingresos tributarios, más allá de actos de fiscalización y mayor control de los contribuyentes.